Lo que oculta Vinicius

Vinicius Júnior es el gran protagonista del Real Madrid esta temporada, para lo bueno y para lo malo. El jugador brasileño está mostrando un altísimo nivel, siendo prácticamente imparable cuando encara y tiene campo por delante, aunque también está en el centro de todas las polémicas por sus actitudes con los rivales y los árbitros. La final de la Copa del Rey del pasado sábado no fue menos.

El brasileño sumó en La Cartuja, a sus 22 años, el único título que le faltaba como jugador del Real Madrid, siendo también noticia por su comportamiento con algunos jugadores de Osasuna y parte de la afición rival. Pero Vinicius recogió la medalla de campeón, alzó la Copa y nada más llegar a Madrid se puso a trabajar para el siguiente reto, las semifinales de Champions ante el Manchester City.

Uno podría pensar que dada su corta edad las lesiones no son un habitual, pero lo cierto es que Vinicius se cuida como nadie para evitar problemas, habiendo sufrido sólo una grave lesión desde su llegada al Real Madrid en 2018.

Precisamente fue en Champions, en la derrota ante el Ajax de 2019 (1-4), cuando Vinicius sufrió la rotura del ligamento del tobillo, lo que le mantuvo dos meses sin jugar. Desde entonces, el brasileño se ha encomendado a un hombre, Thiago Lobo, quien también estuvo el sábado en la final de Copa en Sevilla.

Lobo es el preparador físico personal de Vinicius, aunque también trabaja con Rodrygo, llegando a ambos gracias al ex del Real Madrid, Casemiro.

Tras la final de Copa, Vinicius subió una foto a redes sociales con una mascarilla dentro de una cámara hiperbárica, también llamada de hipoxia. Se trata de un método de recuperación y cuidado que cada vez usan más futbolistas, con la idea de disminuir la fatiga muscular a través de un proceso que produce más glóbulos rojos.

Esta metodología da resultado, al menos a Vinicius, que es uno de los pocos jugadores del Real Madrid que esquiva las lesiones durante la temporada.

Curiosamente fue Raúl González Blanco, otro ilustre del conjunto blanco, quien popularizó este tratamiento en 2006, cuando se recuperaba de una grave lesión y trataba de llegar a tiempo a la Copa del Mundo de Alemania. Aunque por aquel entonces la cámara usada por el '7' del Madrid era un armatoste muy distinto al que emplean hoy futbolistas como Vinicius Júnior.