Francisco Salas4 min lecturaEl año del Real Madrid está siendo muy bueno a nivel de resultados, con LaLiga muy encaminada, en la que ya dominan por seis puntos a un Girona en horas bajas y con el pase a cuartos de Champions casi hecho tras vencer en la ida al Leipzig. Pero más allá de que estén llegando los números, hay algunas cosas que no terminan de funcionar. Una de ellas es el papel de Luka Modric, al astro croata que tan importante ha sido en los grandes éxitos blancos de los últimos años, pero ahora, a sus 38 años ha caído en la rotación de Ancelotti y tanto en las altas esferas del club como en el vestuario ya valoran una más que posible salida.
El de Zadar vive su décimo segunda temporada en el club blanco, con el que ha conquistado entre otros muchos títulos, cinco Champions League, pero tras un tramo final de la 2022/23 donde empezó a acusar el paso de los años y su rendimiento decayó, hasta el punto de sonar con fuerza su salida en verano, rumbo a Arabia, algo que declinó, aludiendo a que aún podía ser importante para Ancelotti, en la actual, la realidad le ha caído encima. Poco más de mil minutos en LaLiga, repartidos en veinte partidos, solo nueve de ellos como titular y adelantado en la rotación por prácticamente todos sus compañeros del centro del campo. Pese a que ha tenido buenos partidos que recuerdan por qué el 10 llegó a alzar el balón de oro, la exuberancia física de los Camavinga, Tchouaméni, Valverde y cía, le ha relegado al ostracismo y el fin de su contrato en junio hace presagiar que estamos viendo los últimos coletazos de Luka en el Santiago Bernabéu y quizá, en el fútbol profesional.
Si algo tiene Carlo Ancelotti por Modric es respeto y admiración. El italiano ya lo dejó claro en la rueda de prensa posterior al duelo ante Las Palmas, cuando al ser preguntado sobre el motivo de que el balcánico ni calentara, dijo que no va a poner a un jugador como él a calentar, si no tiene la total certeza de que va a saltar al campo. Esta admiración ha llevado incluso a que el de Reggiolo le ha haya abierto una nueva puerta a su pupilo, la de que una vez cuelgue las botas pase a formar parte de su staff. Sin embargo, tal y como apunta el periodista Ramón de Mon, el mediapunta ha declinado el ofrecimiento y cree que aún le queda fútbol en sus piernas, ya sea en el Real Madrid o en otro equipo, muy probablemente de Arabia Saudí, donde incluso en invierno recibió un nuevo ofrecimiento. Lo único claro parece que no será en Concha Espina, donde ahora mismo una nueva renovación no está sobre la mesa.