Fernando Ruiz3 min lecturaJosé María Gutiérrez, Guti, pudo haber sido jugador del Atlético de Madrid. El canterano madridista tuvo la oportunidad de haberse marchado al eterno rival del Real Madrid en 2006 aunque finalmente la operación no llegó a buen puerto y el centrocampista acabaría saliendo del Real Madrid cuatro años más tarde para colgar las botas en el Besiktas tras una temporada.
Ahora suele aparecer en televisión como habitual colaborador de El Chiringuito de Jugones y ha sido allí donde hace unos días recordaba su fichaje frustrado por el Atlético de Madrid. "Al Atleti sí pude ir. Esa es la verdad. Gil Marín me quería. Hablé con él. Era la época que el Madrid quería a Pablo Ibáñez y me querían meter en la operación. Al final no vino Pablo y no se hizo la operación", reconocía el madrileño.
Los colaboradores del programa también le preguntaron sobre qué habría hecho si le hubieran pedido que besara el escudo rojiblanco. "Era una situación ridícula, lo hubiese pasado mal con los hinchas de los dos equipos. Si me hubieran obligado a irme, me hubiera ido para seguir jugando, qué iba a hacer, pero por ganas no tenía ninguna", recordaba Guti. Pero sus compañeros le insistían, diciéndole que podría haber sido un ídolo también en el Atleti: "Puede ser, puede ser por qué no... Nunca se sabe, hablar de cosas que no has vivido no tiene mucho sentido. Se acuerdan de mí en el Calderón porque pasé grandes noches ganando y consiguiendo títulos para el Real Madrid".
Lo que si dejó claro es que con el Barcelona nunca hubo nada de nada: "Yo no tenía sitio en el Barcelona. Estaban Xavi e Iniesta, los dos mejores mediocampistas de España en aquel momento. Por historia eran los mejores. Éramos jugadores diferentes. Yo me parecía más a Valerón, a Iván de la Peña... Jugador de último pase".
Finalmente nada de eso ocurrió y tras dejar el fútbol, Guti comenzaría su formación como entrenador en la cantera del Real Madrid, pasando por diferentes categorías hasta salir finalmente rumbo al Besiktas, donde ejerció como segundo entrenador. En 2019 acabaría firmando por el Almería, su única experiencia hasta la fecha como primer entrenador en un equipo profesional.
Los resultados no fueron los esperados y tras 22 encuentros (nueve victorias, cinco empates y ocho derrotas), acabo siendo destituido. Desde entonces no ha vuelto a ejercer como entrenador y ha enfocado su carrera en los medios, donde suele colaborar con El Chiringuito de Jugones.