El Real Madrid ha conseguido dar un importante golpe de efecto en la Copa Intercontinental. El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti, que pudo contar con Kylian Mbappé en su once y, además, vio portería, consiguió hacerse con el título en un encuentro en el que no tuvo demasiados problemas. El Pachuca, que tuvo alguna que otra ocasión para ponerles en aprietos, no fue un rival demasiado exigente para los merengues, que se hicieron con un nuevo entorchado. Eso sí, no todo fueron buenas noticias, ya que un futbolista clave para el técnico italiano hizo saltar las alarmas en la escuadra de la capital de España. Este no es otro que Jude Bellingham, del que estarán muy pendientes todos en la entidad que suele disputar sus encuentros en el Santiago Bernabéu.
El futbolista británico, tal y como apunta la cadena Cope, tuvo que ser sustituido en el minuto 88, cuando la final empezaba a agonizar. Bellingham, que ha cogido velocidad de crucero en las últimas semanas, llegando a anotar en varios encuentros de forma consecutiva en el torneo de la regularidad, llegó a sentir unas molestias en el muslo izquierdo, lo que podría preocupar a los merengues, que no quieren correr ningún tipo de riesgo con el ex del Borussia Dortmund.
Después del partido es cuando se pudo ver más claramente que Bellingham no se encontraba al 100%. Mientras Rüdiger, tal y como apuntaba Marca, se encontraba placando a todo aquel el que se encontraba, el medio tuvo que retirarse a la carrera del terreno de juego, justo antes de que sus compañeros tuvieran que subir al escenario que se estaba preparando para darles la Copa Intercontinental. Cierto es que volvió, pero lo hizo con una clara meta, que no era otra que dialogar con los servicios médicos del Real Madrid.
Después de hablar con un fisio y con el jefe de dichos servicios, se tomó la decisión de que Bellingham recibiera un vendaje. Fue tan llamativo que el jugador tuvo que disimular en el escenario con el pantalón, algo que no hay que dejar de tener en cuenta. De hecho, mientras su equipo celebraba, saltaba, pero sin apoyar la pierna derecha, la cual había sido dañada durante el encuentro. Durante la fiesta merengue, pasó por los suelos, ya que chocó con Rüdiger, siempre protagonista en este tipo de eventos, y Camavinga. Eso sí, no se golpeó en la zona dañada, algo que siempre da tranquilidad al equipo.
De vuelta en Madrid, el jugador tendrá que someterse a algunas pruebas para determinar el alcance de su lesión. Habrá que ver, por tanto, si estará en el choque del domingo a las 16.15 ante el Sevilla, que cierra el año en el Santiago Bernabéu. En el caso de que haya cierto tipo de riesgo, es probable que los merengues no quieran arriesgarse con el británico, que busca seguir creciendo en todas las competiciones.