El Rayo Vallecano se encuentra viviendo unas jornadas de lo más mágicas. El próximo 29 de mayo, se cumplen 100 años del nacimiento del club madrileño, que fue fundado con el nombre de Agrupación Deportiva El Rayo. La entidad vallecana, que consiguió su primer ascenso a la máxima categoría en 1977, ha conseguido en las últimas jornadas de forma matemática la permanencia en LaLiga EA Sports. Tras el cambio de entrenador, Íñigo Pérez ha logrado el objetivo que se le marcó desde la entidad para coger algo de aire. Después de vivir algunos sobresaltos, ha conseguido sobrevivir.
Este sábado, a las 18.30, será una jornada muy especial para el técnico, ya que se tendrá que medir a uno de sus exequipos, el Athletic Club. El flamante campeón de la Copa del Rey será el encargado de que el estadio de Vallecas, que ha estado en el punto de mira por un posible traslado en los últimos meses, baje el telón de una campaña de muchos contrastes para los de la franja. En la previa, Pérez ha analizado todo lo que puede dar de sí un choque en el que buscan cerrar el curso de la mejor manera posible.
"Ha sido una experiencia positiva. Han sido unos meses enriquecedores en los que uno se imagina el ser primer entrenador y una vez que toca torear... Aprendes, mejoras, apuntas todo aquello que pensabas y que no es así, otras cosas las incorporas. Mi balance es positivo a nivel personal y como mejora para ser entrenador. Creo que es positiva la experiencia a nivel colectivo también porque hemos conseguido el objetivo, tenemos que aprender y corregir errores para que el año que viene podamos conseguir el objetivo e intentar sufrir un poco menos".
"Es una suerte y un orgullo. Uno piensa muchas veces en la vida que merece lo que tiene, pero en este caso no digo que no lo merezca, aunque sí ha sido una manera diferente de llegar. Tengo una deuda con el club, afición y jugadores y mañana me encantaría que viesen un equipo con el que se sienta identificado y consigamos una victoria". Este evento, de lo más especial para todo el barrio, podría hacer que sus jugadores se despisten, algo de lo que no quiere ni oír hablar Íñigo Pérez, quien ha sido claro.
"Lo tenemos fácil. Mi mensaje va a ser el que dentro de tres días que el club se hace centenario, todos sabemos de la dificultad de este hito y el objetivo es honrar a toda esa gente que ha venido a apoyarles al campo, la camiseta y el escudo. Tenemos una oportunidad única y histórica con un rival precioso y algunas despedidas. Es la situación perfecta para brindarle a la afición lo que merecen".
"Tengo contrato para este año y uno más. Nunca había salido al paso porque entendía que vuestras preguntas no iban por ahí. No tengo redes sociales, no leo prensa deportiva e igual iban por otro lado, por eso me intentaba mantener cauto. Nunca sabes cuándo te puede llegar al final y siempre me mantendré en esta posición de cautela".
"Tengo que contaros la verdad porque me gusta ser realista. Me dicen que tengo que jugar y que vienen leyendas. Me hacía ilusión, pero hasta ayer las negociaciones estaban rotas. Entiendo que yo no he llegado a esa palabra. Será un día especial e igual no se puede contar con todos los jugadores que uno imagina. Llevo sin jugar un partidillo desde que me retiré, así que espero que la afición sea benévola conmigo y más, yendo de rival".