Es el destino, no le den más vueltas porque no tiene otra explicación. El Deportivo ha sufrido hoy en Riazor algo insólito en el mundo del fútbol o, al menos, que se recuerde en la historia contemporánea de este deporte. Su rival, el Arenteiro, se encontraba esta semana sin porteros por la negativa del conjunto blanquiazul a rebajar la 'cláusula del miedo' a Pablo Brea y por las lesiones de Diego García y Manu Figueroa.
Fruto de ello, el Arenteiro se vio obligado a tramitarle de urgencia la ficha a su entrenador de porteros. Y en el minuto 93, el exdeportivista Manuel Romay hizo el tanto del empate a dos definitivo tras un saque de esquina que remató en primera instancia Diego Rivas, entrenador de porteros y hoy meta titular del conjunto orensano.
Un gol que ha privado al equipo de Idiakez de una victoria que le hubiese consolidado aún más en esa primera plaza que conduce al ascenso directo a Segunda División.
Y antes de que el balón comenzara a rodar en el feudo coruñés, el técnico del Arenteiro, Javi Rey, ya lo vaticinó: "Vamos a proteger a Diego Rivas, estoy seguro de que hará un partidazo. El fútbol es tan caprichoso que el domingo igual nos da una alegría".
Y no sólo firmó una sobresaliente actuación en este derbi gallego bajo los palos, sino también fuera de ellos. Su valentía en el minuto 93 es algo que quedará ya en los anales de la planta noble del Municipal de Espiñedo.
"Bendito partido y bendita experiencia. El fútbol es muy caprichoso y tiene estas cosas. El destino me tenía guardado este partido para mí, creo que me lo merecía. He disfrutado mucho durante todo el partido, y rematarlo así ha sido especial", declaró el propio Diego Rivas, quien volvió a enfundarse los guantes casi un año después de retirarse tras ascender con el Racing Ferrol a LaLiga Hypermotion el curso pasado.
"Si no pasa nada extraño, el de hoy será mi último partido. Creo que éste ha sido mi último baile y merecía que fuese así", dijo el actual entrenador de porteros del Arenteiro.
Y es que ha sido una semana muy complicada en el que ha tenido todos los focos puestos en él, como él mismo se encargó de reconocer: "Han sido días complicados para mí y el míster -Javi Rey- siempre me ha mostrado su apoyo. Aunque mi estado de forma no sea el mejor, esto es como andar en bicicleta, no se olvida".