Osasuna
Cádiz
Dos equipos con el objetivo de la salvación, pero con realidades muy diferentes, el Cádiz luchando por salir del pozo del descenso y mostrando unas sensaciones pésimas y un Osasuna cómodamente asentado en la media tabla y con potencial para soñar con Europa. Esta era la situación de ambos bloques antes del encuentro y las expectativas han respondido, Osasuna ha hecho buena su localía gracias a un hombre, Ante Budimir, que se está ganando a pulso ser titular con Croacia en la Eurocopa y ya acumula trece tantos, dos de ellos esta tarde, en la que incluso ha perdonado varias claras.
Un duelo entre dos conjuntos con objetivos similares pero en situaciones tan dispares, lo que provocó que desde el primer minuto de juego que el Cádiz, consciente de su situación y con el agua al cuello saliera a morder. La costumbre de los amarillos con Sergio de bajar la línea defensiva es historia con Pellegrino, que ha ideado un sistema mixto de cinco defensas que le permite atacar con un jugador más y cerrar mejor en defensa. Osasuna no se escondía, les gusta tener balón y ser verticales, algo que aprovecharon sobre todo por la banda izquierda, donde Mojica, hoy lateral, se sumaba con mucha frecuencia. En los primeros minutos ganó línea de fondo dos veces y en la segunda puso un centro raso que dejó solo a Budimir, pero el croata, al contrario de lo que acostumbra, la mandó muy lejos.
Este fue el punto de inflexión en los amarillos, que se centraron en cerrar las líneas, manteniendo la presión y buscando salir a la contra. De hecho en una de ellas casi marca Chris Ramos, pero el 16 la mandó muy arriba con la zurda cuando estaba solo ante Sergio Herrera, en la mejor de los primeros cuarenta y cinco minutos. En este tramo se 'durmió' el partido, y ninguno de los dos pudieron acercarse, más allá de alguna cabalgada de Rubén Peña en banda derecha y sobre todo un centro de Robert Navarro que no remató bien Meré delante de Herrera, pero nada claro, lo que mantuvo el 0-0 al final de la primera.
Los segundos cuarenta y cinco arrancaron con un cambio en el Cádiz que mostró que Pellegrino iba por el partido, dando entrada a Iván Alejo por Zaldúa. Pero en lugar de ser más ofensivos, los andaluces no encontraron la forma de hacer daño, y los locales cada vez estaban más cómodos sobre el verde. El punto de inflexión llegó poco después de la hora de encuentro, cuando Rubén García puso un centro con música que Ante Budimir convirtió gracias a uun cabezazo perfecto.
En lugar de espolear al Cádiz en busca de la remontada, esto fue la puntilla. Los de Pellegrino se apagaron por completo y empezaron a juntar errores y no enlazar jugadas largas, cada vez estaban más encerrados en su campo. Los últimos quince minutos se rompió el juego y ni aún así se acercaron, algo que si lograron sus rivales. Primero estuvo a nada de marcar Pablo Ibañez, pero Conan Ledesma tapó muy bien, en cambio no pudo hacer nada cuando en el descuento Budimir se quedó solo tras un jugadón de Areso y no perdonó, anotando su decimotercera diana de la campaña.
Con este resultado el Cádiz se hunde aún más en la tabla y está a una victoria del Celta de quedarse a seis puntos de la permanencia, mientras que los de Pamplona se colocan undécimos con 32 puntos, a tan sólo cinco de Europa y con un año más en Primera casi asegurado, salvo una debacle.