Medina Cantalejo pone "las manos en el fuego" por el arbitraje español

El 'Caso Negreira' señala al Fútbol Club Barcelona, pero también a los árbitros del fútbol español. El club catalán, según destapó El Mundo, habría realizado pagos por un total de 1.685.142,8 euros a Enríquez Negreira entre los años 2016 y 2018; es decir, hasta que dejó su cargo de vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Ante tal situación, desde el estamento arbitral han reaccionado proclamando su limpieza por voz de su actual presidente, Luis Medina Cantalejo.

"Llevo 40 años ligado e este mundo y éste es es uno de los momentos más duros y tristes que he vivido. En 11 años que he estado arbitrando nunca ha habidos insinuaciones ni consejos por parte de nadie para tener inclinación tomas de decisiones concretas que beneficiaran a uno u otro equipo. Eso no ha pasado jamás", explica.

Más allá de señalar el buen hacer de los trencillas, Medina Cantalejo ha querido aclarar también que la relación de éstos con Enríquez Negreira era prácticamente inexistente.

"Enríquez Negreira era vicepresidente y estaba en la junta, pero lo cierto es que no conocíamos muy bien cuál era su papel. Lo veíamos dos veces al año y apenas teníamos contacto con él, una a mitad de temporada y otra en pretemporada. El contacto era mínimo", expresa antes de recalcar el buen hacer de la Real Federación Española de Fútbol desde su llegada, la cual está unida a la de José Luis Rubiales.

"No sabíamos sus competencias y realmente es alguien que estaba a la sombra. No tenía ninguna competencia importante en el comité. Por supuesto, nos vamos a personar y vamos a colaborar con la fiscalía. Desde 2018 este hombre no ha formado parte de ningún ámbito federativo ni del Comité de Árbitros. Con mi llegada y la de Rubiales, cada empleado y cada árbitro debe declarar que no hay ningún conflicto de intereses o relación de algún tipo que pueda influir en sus decisiones".

Para terminar, Medina Cantalejo afirma que el arbitraje español ha sido siempre ejemplar y que está seguro de que ninguna de las personas con las que ha coincidido ha hecho mal alguno.

"Pongo las manos en el fuego por todas las generaciones de árbitros que con sacrificio y trabajo se han dejado la piel para que esto salga bien. Lo que estamos viviendo ahora no es el fútbol español ni el arbitraje español; quería dejarlo claro para que no haya problemas", concluye sobre un caso que va a traer cola.