"Me pareció exagerada la expulsión de Sergio, pero regalamos el primer penalti, el segundo gol y la otra expulsión. (...) No podemos echarle la culpa a una acción del resultado de hoy". Manuel Pellegrini hizo el mejor análisis posible de un Betis-Cádiz que mereció ganar el equipo amarillo, que se lo facilitó el árbitro Cuadra Fernández con una injusta expulsión y aún más un cuadro bético que, salvo en contados minutos de la primera mitad, siempre estuvo a merced de su rival.
Sergio González, técnico cadista, planteó un partido para no dejar jugar el Betis, para intentar robarle en su campo y, a ser posible, para marcarle pronto y jugarle a la contra. Esto último no lo logró, porque su primer gol tardó en llegar más de 50 minutos y apareció cuando ya estaban con uno más, pero en el resto del plan sus jugadores lo pusieron en práctica a la perfección.
El Betis, cuya idea pasa por jugar en campo contrario, tener el balón y buscar los errores del rival, estuvo más tiempo pensando en cómo sacar el balón de su campo sin cometer errores que en lo que siempre les pide su técnico. Aitor Ruibal -hoy fatal-, William, Guido Rodríguez... perdieron balones en zona conflictiva que de milagro no acabaron en gol o en ocasiones más claras. Y las pocas veces que logró el Betis jugar en campo contrario, aupados por Ayoze y Canales, el Cádiz se replegó los suficientemente rápido como para que no jugaran con ventaja.
Cierto que el Betis suele ir a más conforme la intensidad de sus rivales decrece y ellos empiezan a poder jugar con más tranquilidad; y también que la expulsión de Canales se lo impidió. Pero de principio a fin fue, como dijo su técnico, un día "negro".
Sólo los reflejos de Rui Silva, que sacó un disparo de Bongonda, y la inocencia de Chris Ramos impidieron que el Cádiz ya mandara al descanso. Porque, pese a las dos ocasiones del Miranda, ya lo había merecido.
Tras el intermedio, sin Canales, con Luiz Henrique por Borja, el Cádiz dio un paso adelante, se encontró con un inocente penalti de Miranda y dos errores continuos de Ruibal y cerró el partido. Sólo necesitó quince minutos, la última media hora sobró.
"Hoy no ha sido el día. Con 11 tampoco creamos mucho peligro, no tuvimos mucha claridad y hay que hacer autocrítica", decía Edgar tras el duelo. Eso es lo que queda, pensar en el Espanyol y en el próximo sábado. Allí se irá sin Canales, sin Ruibal... y, posiblemente, sin Pezzella, que sufre un fuerte esguince de tobillo.
Real Betis: Rui Silva; Aitor Ruibal, Pezzella (Édgar 22'), Luiz Felipe, Miranda (Abner 65'); Guido Rodríguez, William Carvalho (Joaquín 65'); Canales, Rodri (Juanmi 56'), Ayoze; y Borja Iglesias (Luiz Henrique 46').
Cádiz FC: David Gil; Iza Carcelén, Luis Hernández, Fali (Mere 67'), Espino; San Emeterio (Álex 67'), Alcaraz, Bongonda, Sobrino (Iván Alejo 67'); Chris Ramos (Roger Martí 82') y Sergi Guardiola (Negredo 92').
Goles: 0-1 (53') Rubén Alcaraz, de penalti; 0-2 (58') Chris Ramos.
Árbitro: Cuadra Fernández (balear). Expulsó con roja directa a Sergio Canales (38') y a Aitor Ruibal (60'). Amonestó a los locales Ayoze Pérez, William Carvalho y Miranda y a los visitantes Fede San Emeterio, Sobrino y José Mari (en el banquillo).
Incidencias: 51.555 espectadores en el Benito Villamarín.
La expulsión de Canales, la roja a Ruibal, los goles de Chris Ramos y de Alcaraz, el riesgo de Miranda... un Betis-Cádiz que tuvo color amarillo