José López3 min lecturaLa Comisión Antiviolencia ha acordado declarar partidos de alto riesgo el encuentro Sevilla-Lens, de la primera jornada de la Liga de Campeones, y el Real Betis-Cádiz, de la sexta jornada Liga en Primera división, según anunció este viernes el Ministerio del Interior.
El Sevilla-Lens se jugará el próximo miércoles día 20, a las 21:00 horas, dentro de la jornada inicial del Grupo B de la Liga de Campeones y el Betis-Cádiz está previsto para el domingo día 24, a las 18.30 horas, correspondiente a la jornada 6 de la Liga EA Sports.
Aunque es tradicional que los partidos de Champions sean declarados de alto riesgo, hay que recordar que, en el caso de Sevilla, se han vivido muchos altercados en los últimos años con aficionados del PSV Eindhoven, Juventus, Eintracht de Frankfurt...
En el caso del Betis-Cádiz, pese a que hay una buena relación entre los clubes y las aficiones, el hecho de que se desplacen muchos seguidores por la cercanía entre Sevilla y la Tacita de Plata obliga a tomar medidas especiales para evitar cualquier tipo de problema.
La posible presencia de aficionados catalogados como peligrosos, los precedentes de confrontaciones entre las aficiones de los equipos contendientes y la rivalidad deportiva entre los clubes son parte de los criterios que condicionan que un partido se declare de alto riesgo, según señalan fuentes de la Comisión Antiviolencia. Los primeros podrían servir para justificar la calificación en el partido de Champions y la última para ponerlo también el Betis-Cádiz.
La declaración de alto riesgo implica la obligación para los clubes de reforzar las medidas de seguridad y que conlleva un aumento del dispositivo de las fuerzas de seguridad. En concreto, este nuevo dispositivo suele incluir antidisturbios de las Unidades de Intervención Policial, agentes a caballo y también guías caninos para detectar sustancias explosivas.
En esos casos, los ultras más radicales del equipo visitante están protegidos -y controlados- en todo momento por las Fuerzas de Seguridad. Y sus autobuses tienen indicado el lugar donde aparcan -en el caso de los aficionados- escoltados en todo momento por furgones y coches policiales.
Así mismo, los agentes de Policía “embolsan” a los ultras más radicales del equipo visitante con un fuerte cordón policial, son conducidos al estadio y entran en él por un lugar alejado de la puerta de entrada de los hinchas radicales locales. Y durante el partido, los agentes de la Policía Nacional “aíslan” a los ultras del equipo visitante del resto de aficionados, para evitar fricciones y enfrentamientos. Y los sacan más tarde del campo.