La dirección deportiva de Osasuna están inmersa ahora mismo en la posibilidad de reforzar la plantilla de cara al mercado invernal en vista de que los resultados no acompañan y empieza a haber una seria preocupación en El Sadar. Y es que los rojillos suman cinco partidos sin ganar con un bagaje de solo dos puntos de 15 posibles antes de medirse con el Cádiz y, aunque todavía tiene margen sobre el descenso, los de Jagoba Arrasate necesitan una reacción que tenga continuidad y de ahí que se busquen refuerzos de cara a enero.
No obstante, no es la única tarea que tiene pendiente Braulio, ya que este verano concluye el contrato de uno de sus futbolistas más emblemáticos y a estas alturas de año se corre el riesgo de que el atacante de 30 años negocie con otro club a partir de enero. Se trata de Rubén García, que suma ya seis temporadas en Osasuna y es un jugador tremendamente querido por la afición por su compromiso y su enorme aportación en su larga trayectoria en la entidad.
De hecho, el de Xátiva fue clave en el último ascenso y se erigió en determinante en la vuelta a Primera división, si bien este protagonismo ha decrecido en la presente temporada, en la que ha disputado 568 minutos repartidos en 14 partidos, lo que despertó la duda sobre si Osasuna le pondrá una propuesta encima de la mesa para ampliar su vinculación y evitar su marcha.
A día de hoy, el plan de la planta noble rojilla pasa por premiar al levantino con la renovación, por lo que tiene previsto hacerle una oferta en un corto plazo de tiempo para dar un paso al frente en unas negociaciones que, de momento, no habrían pasado de meros contactos para tantear el terreno.
La idea es ofrecerle una renovación acorde a su rol actual en el equipo, mas bien como revulsivo para Jagoba Arrasate, sin el papel principal de antaño, pero sin olvidar en ningún momento su peso específico en el grupo y lo que ha supuesto para el club. Es decir, una propuesta ajustada a su realidad actual, pero sin que sea muy a la baja, lo que se consideraría en El Sadar una falta de respeto a una figura como Rubén García.
A priori, el futbolista muestra una enorme predisposición a continuar en Osasuna, donde, recientemente, aseguró estar feliz, si bien dejó claro que no dependía de él. "Estoy muy tranquilo. Tengo mi pareja que es de aquí, me he comprado una casa aquí, estos años me han dado todo y tengo muchísima ilusión de poder seguir aquí. Pero estamos un poco en lo mismo, en que esto es un negocio y la decisión no es solo mía. Es algo que tendré que hablar con Braulio, el míster también tendrá que involucrarse, la situación del club también marcará si se puede hacer un esfuerzo o no", indicó el atacante, que esta campaña suma dos goles y que se encuentra a la espera de una oferta que debería llegar en breve.