La llegada de Pepe Mel al banquillo del Málaga introdujo un aura nueva en la entidad de Martiricos. El mensaje del técnico madrileño fue muy bien recibido y en La Rosaleda se vio cierta mejoría del equipo ante el Villarreal B, pero todo eso desapareció este sábado en Santander ante el Racing.
El Málaga CF ha conseguido abandonar la última posición de la clasificación en LaLiga SmartBank, aunque sigue en puestos de descenso. El conjunto blanquiazul suma cinco partidos seguidos sin ganar, tres derrotas (que le costaron el puesto a Pablo Guede) y dos empates. Van ocho jornadas de campeonato y solo una victoria, datos muy pobres y preocupantes.
"No hemos sido capaces de dar tres pases seguidos prácticamente en todo el partido", dijo Pepe Mel tras el partido en Santander, una frase preocupante a la vez que cierta. Los problemas y vicios del pasado volvieron en el segundo encuentro del madrileño en el banquillo. Mel habló en su presentación de cambiar la mentalidad de los jugadores, que esa debía ser la primera labor para darle la vuelta a la situación, algo que ahora parece muy difícil de hacer. El Málaga CF es incapaz de superar líneas, abusando constantemente del individualismo de los de arriba y generando un 'mundo' entre tres cuartos de campo y los pivotes. Ante el Racing la cosa fue a peor y las salidas de balón eran un suplicio para los defensas e incluso el portero malaguista.
Es cierto que se mantuvo la portería a cero, pero fue más por desaciertos de los locales que por el buen juego de los malagueños. Sin jornada de descanso tras el partido
Mel decidió entrenar este domingo minutos después de aterrizar de Santander. Una sesión de trabajo centrada en recuperar. La jornada de descanso se pasa a mañana lunes, un descanso para las piernas de los jugadores, que no para la cabeza del entrenador, cuyo trabajo por 'revivir' a una plantilla que parece tener los brazos bajados es inmenso.
La situación de la enfermería no ayuda, puesto que Ramalho, Juande, Luis Muñoz y Andrés Caro continúan recuperándose de sus dolencias, por no hablar del recién operado Moussa Diarra, pero Mel tiene que 'lavar' la mente de los futbolistas disponibles para enchufarlos cuanto antes, ya que el madrileño tiene en el estado anímico de los jugadores y en el tiempo a sus principales enemigos. Lo primero no se cambia fácilmente, pero Mel no tiene mucho tiempo para empezar a reaccionar, ahora mismo se está en ese momento donde el Málaga debe empezar a ganar sea como sea, después ya se irá arreglando la situación, pero lo primero tiene que ser ganar.