El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Las Palmas de Gran Canaria condenó este martes a Joel Domínguez, jugador juvenil de la UD Las Palmas, por un delito de violencia de género.
Domínguez, de 18 años de edad y futbolista del Juvenil A, fue condenado a 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad, un año de alejamiento (a menos de 500 metros) de la víctima, la prohibición de cualquier comunicación con ella y dos años de privación de tenencia de armas.
Tres testigos, uno de ellos policía nacional, fueron claves en la investigación, puesto que la víctima no quiso declarar en el juzgado ni denunciar, negándose también a ser reconocida por un médico forense.
Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo en la zona de Tamaraceite, "donde el agresor propinó patadas y empujones a la víctima, quedando detenido en los calabozos hasta su comparecencia ante el juez", informó 'La Provincia'.
Según la versión de la familia de la víctima, tal y como indica el citado diario, "se hace constar que no es la primera vez que ocurren hechos similares, no habiendo detectado violencia física, pero sí violencia psicológica, habiéndose denunciado estos hechos".
El futbolista reconoció los hechos y en la sentencia se indica que la víctima "no quiso ser reconocida por el médico forense ni emprender acciones penales y civiles contra el encausado".
El club canario emitió un comunicado en el que "lamenta profundamente" el delito cometido por su jugador, a quien le han hecho sabe "el más profundo rechazo" a su conducta, "aunque se trate del ámbito de su vida privada".
El club "asume el daño" que pueda sufrir en su reputación "por acciones de esta índole de cualquiera de sus trabajadores o colaboradores".
La UD Las Palmas manifiesta su "más absoluto rechazo a cualquier forma de violencia, en el ámbito deportivo o extradeportivo", así como su "pleno respeto y adhesión a las decisiones judiciales" como en este caso, "aunque recaigan sobre actividades desarrolladas por el deportista en el ámbito de su vida privada".
Por último, la entidad isleña reitera "su compromiso para seguir adoptando todas las medidas formativas y disciplinarias a su alcance para erradicar comportamientos violentos o discriminatorios", y subraya su creencia en que "la formación integral es el mayor apoyo a nuestros jugadores y la mejor contribución del club para evitar que la sociedad pierda a personas que pueden ser útiles".