El Barcelona comienza la pretemporada sin tener a su disposición un pivote, una de las piezas más importantes para el conjunto de Xavi Hernández. Esto se debe a la baja de Sergio Busquets, que ha dejado cojo al equipo azulgrana.
El popular técnico no ha parado de darle vueltas al asunto en su cabeza, pues necesitaba encontrar rápidamente a un sustituto perfecto, siendo el más sonado Oriol Romeu, jugador del Girona con un pasado en la entidad catalana.
Para Romeu estas noticias suponen una alegría en su vida, además de una gran oportunidad profesional, pues podrá volver a jugar en el club donde debutó como futbolista. Por eso, el centrocampista espera ilusionado a que finalmente el Girona y el FC Barcelona lleguen a un buen acuerdo para poder unirse a Xavi Hernandez durante la pretemporada del nuevo curso.
Por el momento, no existe ninguna novedad acerca de este movimiento, por lo que Romeu se incorporará este lunes al trabajo junto a su equipo actual. El jugador realizará las pruebas médicas obligatorias junto al resto de sus compañeros, pero se espera que este curso pueda disputarlo en el azulgrana.
Posiblemente el retraso de los acontecimientos se haya producido debido a que el Barça se ha centrado completamente en Vitor Roque, un joven promesa que contaba con una gran cantidad de pretendientes, por lo que la atención del Barcelona estaba puesta completamente en este negocio.
Sin embargo, a pesar de que el Girona comprenda este tipo de imprevistos, también le supone un problema, pues al fin y al cabo, afecta a su organización y a la de sus jugadores. Por el momento, las formas no han agradado al club gerundense, sin embargo este entiende que estarán dispuestos a pagar la cláusula de 8 millones.
Aunque los planes del Girona FC estén claros, el Barça también tiene los suyos y está dispuesta a luchar por ellos. La entidad catalana intenta llegar a un acuerdo junto a los rojiblancos para negociar la salida de Romeu por la de otro jugador. Es decir, el equipo catalán prefiere realizar algún tipo de intercambio, ofreciéndole jugadores bastante interesantes, incluidos los más jóvenes que tiene en el escaparate, como por ejemplo Pablo Torre o Nico, con el fin de evitar un gran desembolso, una operación que se encuentra muy lejos de lo que está dispuesto a aceptar el Girona.
Sea como sea, Míchel espera que esta situación llegue a su fin lo más pronto posible, y sobre todo que sea pagando la cláusula.