José Bordalás, el entrenador del Getafe, enfrenta críticas recurrentes sobre el estilo de juego de su equipo, que a menudo se percibe como agresivo. A lo largo de esta temporada, el Getafe ha acumulado un impresionante total de 48 tarjetas amarillas en 10 partidos, lo que supera en 15 al equipo siguiente en este cuestionable ranking. Además, han visto tres tarjetas rojas. Sin embargo, Bordalás parece estar afinando su respuesta a estas críticas, señalando que otros entrenadores "hacen corta y pega" al comentar sobre su equipo y recordando la naturaleza física del fútbol.
Esta táctica de Bordalás de minimizar las críticas alineándose con la naturaleza competitiva del fútbol no es sorprendente. Cada entrenador defiende su estilo de juego y busca sacar ventaja en el campo. Para algunos, la agresividad y la presión alta son herramientas válidas para alcanzar el éxito. Sin embargo, el exceso de agresividad puede afectar negativamente a la integridad del juego y la seguridad de los jugadores.
El alto número de tarjetas amarillas y rojas en los partidos del Getafe ha llevado a muchas personas, incluidos los aficionados, a cuestionar si este enfoque es adecuado para la liga española y si se alinea con los valores del fútbol. La discusión en torno al estilo de juego y la ética del fútbol es una cuestión recurrente en el deporte y suele ser motivo de debate entre los aficionados, los entrenadores y las autoridades deportivas.
La ética en el fútbol abarca muchos aspectos, incluida la conducta de los jugadores en el campo y la importancia de salvaguardar su seguridad. El juego limpio, la deportividad y el respeto son valores fundamentales que se promueven en el fútbol. Cuando un equipo se destaca por su agresividad y comportamiento antideportivo, puede generar controversia y preocupación.
La discusión sobre qué tipo de fútbol queremos en la liga española es importante y debe involucrar a todas las partes interesadas, desde los aficionados hasta las autoridades deportivas. En el último programa de 'La Prórroga de Estadio Deportivo' debatimos sobre el estilo de Bordalás tras el último partido entre el Getafe y el Betis.
"Sabemos que en el fútbol cualquier planteamiento tiene una doble lectura, depende del adjetivo que se use. Todo varía en función del prisma en que se mire, y siempre es verdad que si está el Getafe por medio son adjetivos peyorativos. Sí que es verdad que puede jugar al límite del reglamento, otro estigma que se le achaca, pero contra el Betis no hubo nada del otro mundo", comenzó diciendo Manuel Pedrero.Aitor Torvisco replicó que "gusta escuchar la rueda de prensa de José Bordalás... Es verdad que esto es cansino, pero esta fama le viene al Getafe de Bordalás, pero el técnico se va y el Getafe mantiene la fama. Damián Suárez, Arambarri y otros jugadores que tiene una fama que ellos mismos se han labrado. Bordalás utiliza como estudio las críticas".
El debate sobre el estilo de juego y la ética en el fútbol es una cuestión compleja que implica equilibrar la competitividad con la integridad y la seguridad. Cada equipo y entrenador tiene su enfoque, pero es esencial que se respeten las normas y los valores del deporte.