Alvaro Arenillas3 min lecturaLa vida del deportista tiene estas cosas. Aunque durante años parezca que la fortaleza física te acompaña, nunca estás a salvo de que un día llegue una lesión grave que trastoque enormemente tu carrera. Justo eso le ha pasado a Iago Falqué. El jugador de América de Cali ha sufrido una fractura de tibia en su pierna izquierda, la cual supone el problema físico más grave de su carrera deportiva.
El futbolista gallego resultó lesionado el jueves pasado a la media hora del partido de Liga contra Atlético Nacional en Medellín tras chocar con el jugador Andrés Salazar. El diez escarlata tuvo que ser retirado en camilla con evidentes gestos de dolor y su puesto fue ocupado por Adrián Ramos.
La jugada en que resultó lesionado el español ha generado polémica por la considerada tibia reacción del árbitro Wander Mosquera, quien mostró una tarjeta amarilla a Salazar. Por ahora América no ha manifestado cuánto tiempo tardará la recuperación del jugador.
Tras el grave percance, Falqué contó a través de su cuenta de Instagram, que se trata de la lesión más grave de toda su carrera y agradeció las manifestaciones de apoyo que ha recibido por parte de amigos, familia, ex compañeros y aficionados.
Respecto al jugador que le lesionó, Andrés Salazar, este ha comentado su deseo de hablar con Falqué para “expresarle que en ningún momento hubo mala intención”, y desearle pronta recuperación.
Lo cierto es que para América es un golpe importante. Estando en la cuarta plaza de la fase regular del Torneo Apertura, Falqué se ha convertido en una pieza clave para su entrenador, el costarricense Alexandre Guimarães, hasta el punto de haber disputado 16 partidos en la presente temporada para marcar 4 goles y repartir 2 asistencias.
Así es. Formado en La Masía, Falqué acabó iniciando su carrera profesional en la Juventus de Turín antes de pasar por numerosos equipos para convertirse en un nómada del balompié. Bari, Villarreal CF, Tottenham, Southampton, Almería, Rayo Vallecano, Genoa, Roma, Torino, Benevento, y ahora América de Cali, le han tenido en sus filas. Especialmente productiva fue la etapa en el Torino, donde pasó cinco años para jugar 102 partidos, anotar 30 goles y convertirse en todo un ídolo.