Francisco Salas4 min lecturaDesde su llegada al Manchester City, Pep Guardiola ha convertido a un equipo que tenía los todos los recursos del mundo y a muchos de los jugadores que dominaban en el planeta fútbol en una máquina perfecta de jugar, que vio como sus ansias de éxito se completaron la pasada campaña al alzar la tan ansiada Champions League, culminando un proyecto que dominaba con total suficiencia en Inglaterra. Pero el entrenador español, para muchos el mejor de la historia, ha necesitado muchas cosas para plasmar en la entidad mancuniana la idea que ya le llevó a lo más alto con el Barça, pero sobre todo a algunos jugadores a los que ha convertido en leyendas del club, la más rutilante de ellas, seguramente sea Kevin Bruyne.
El belga llegó a Manchester en 2015 tras el pago de 76 millones de euros, un desembolso brutal para un jugador que no cumplió con las expectativas en el Chelsea y tuvo que volver a Alemania para reencontrarse con su mejor fútbol. Una vez en el Etihad Stadium, se entendió a las mil maravillas con el catalán, y desde el minuto 1 se hizo con el ritmo de juego, primero acompañado de David Silva, que ponía la magia, mientras él era más un ejecutor, lo que le supuso unas grandes estadísticas de pases de gol y anotaciones, y tras la marcha del canario, retrasó su posición y tuvo aún más influencia en la creación de juego, hasta el culmen del triplete en la 2022/23, donde fue el mejor.
Ahora, a sus 32 años y afectado por las lesiones, que le están lastrando esta campaña, ha visto su importancia reducida, pero aún así sigue siendo sumamente crucial. Pero eso no quita que los años pesen y la llamada de los petrodólares, de cara a firmar un contrato muy lucrativo, está ahí. Guardiola ya ha dejado claro que le "encantaría que se quedara" en el Manchester City, pero que era una pregunta que había que hacerle al 17, quién ya recibió una oferta muy lucrativa de Arabia Saudí el pasado verano, que rechazó.
El final de su contrato está fechado en 2025, cuando tenga 35 y se le abran tres posibilidades. La primera es Arabia, que volverá a la carga, tanto este mercado que empieza en junio, como el siguiente, cuando quede libre. La segunda es la que siempre ha preferido el de Drongen, marcharse a la MLS estadounidense para al igual que han hecho Leo Messi o David Beckham en su momento, vivir allí sus últimos días de fútbol. Y la tercera es firmar un último contrato como 'citizen' que le permita retirarse en el club donde ha vivido sus mejores años.