La carrera de Thiago Alcántara cuando salió del Fútbol Club Barcelona apuntaba a ser la de un grande del fútbol español. Un producto más de la cantera culé, que abandonó Barcelona muy joven para convertirse en el faro del Bayern de Munich y de la selección española. Pero ahora, diez años después de aquello y mirando con perspectiva lo que ha vivido hasta, incluido su actual paso por Liverpool, no ha terminado de cumplir con las expectativas. Las grandes culpables de esto han sido sin duda las lesiones, ya sea en España, en Alemania o en Inglaterra, han sido sus grandes acompañantes, y en esta etapa final a las órdenes de Jurgen Klopp, le están martirizando.
El hispano-brasileño llegó a Anfield en 2020, tras el pago de 22 millones de euros por parte de los reds, pero en estas tres campañas y media tan solo ha podido disputar 98 partidos, en los que si bien si ha dejado muestras de su inagotable calidad, ha estado muy lejos de lo esperado por la falta de continuidad. Sin ir más lejos, esta 2023/24 ha visto como se le escapaba el que podía ser el último tren de su carrera, pero para entenderlo, debemos irnos diez meses atrás.
Nos remontamos al 25 de abril, cuando Liverpool y West Ham se enfrentaban y el centrocampista de 32 años entró en los últimos treinta minutos. La de ese día no fue su mejor actuación, pero no la va a poder olvidar, debido a que sufrió una lesión en la cadera que le mantuvo alejado de la disciplina red hasta el 4 de febrero de este año. Ese día retornó al fútbol, y lo hizo jugando tan solo cinco minutos ante el Arsenal de Mikel Arteta. Sin embargo en ese tiempo volvió a sentir molestias en la misma zona y vio como sus esperanzas de ser importante se caían, e incluso, como declaró este pasado fin de semana Klopp, es posible que haya sido su última aparición esta 2023/24.
"No tenemos fecha de vuelta para él, no sé si jugará más esta temporada. Hay cosas que tiene que hacer, pero no es una lesión a corto plazo" anunció el alemán sobre el 6, al que es muy difícil que volvamos a ver con su equipo actual, ya que acaba contrato en junio de este año y quién sea que ocupe el banquillo querrá jugadores listos para jugar, y alguien de la edad y el historial de Alcántara tendrá que buscarse la vida en otra parte. Las opciones que se le abren son amplias, pero es complicado volver a verle en la élite, siendo alguna liga menos competitiva -y más lucrativa-, lo más probable.