Jenni Hermoso ha roto su silencio. La campeona del mundo, que tan sólo se había pronunciado sobre el asunto Rubiales en los tribunales, ha concedido una entrevista a la revista GQ, que la ha reconocido como la Mujer del Año, para confesarse sobre todo lo que ha vivido durante estos meses tras la consecución del Mundial con España.
"Tener que contarlo una y otra vez me estaba haciendo mucho daño. Pero sé que lo tenía que soltar de alguna manera. Han sido semanas muy difíciles. Pero gracias a mi psicóloga me siento fuerte y no estoy derrumbada o pensando en dejar el fútbol", comienza Jenni Hermoso.
Preguntaba sobre cómo vivió el pasado mes de octubre su vuelta a la Selección española tras no acudir a la primera convocatoria de Montse Tomé, Hermoso confesó que fue difícil: "Fue un día bastante duro, volvía después de todo lo ocurrido. Tampoco había visto a mis compañeras, ni me había puesto la ropa de la selección, ni la camiseta con la estrella. Salí de casa tranquila, luego tuve algún bajón, pero en general trato de estar contenta. Para una futbolista, no hay nada más bonito que poder jugar para su país".
Entrando en materia, Jenni Hermoso recordó el famoso día de los hechos, aquel donde el beso no consentido que le dio Luis Rubiales opacó lo que debería haber sido la celebración de la gesta más grande jamás conseguida por el futbol femenino español. "He tenido que asumir las consecuencias de un acto que no provoqué, que no había elegido ni premeditado. He llegado a recibir amenazas, y eso es algo a lo que no te acostumbras nunca".
Sobre el movimiento #SeAcabó que erigió a la propia Jenni como una referente en la lucha feminista, la jugadora reconoce que si sirve para conseguir su propósito, lo acepta como tal: "Con todo lo que ha pasado, creo que muchas de nosotras hemos sido más conscientes de lo que realmente significa la palabra 'feminismo', incluidas muchas amigas y familiares. Nosotras, en el fútbol, hemos vivido en primera persona la lucha por la igualdad. Nos han llamado caprichosas. Siempre se ha dicho que queríamos cobrar igual que los chicos y no era verdad. Me da mucha rabia que digan que el fútbol femenino no genera tanto como el masculino. Obviamente lo sabemos y nunca hemos pedido cobrar como ellos. Simplemente queríamos lo más básico: tener un salario mínimo, que se nos respetara y se nos diera la oportunidad de poder hacer algo muy grande. En cuanto la hemos tenido, hemos ganado un campeonato del mundo", reconoce Jenni Hermoso, que espera que se le recuerde como "una persona que ha querido dejar a España en lo más alto pero".
"Como alguien que ha intentado que muchas mentalidades cambien. Por suerte o por desgracia, está esta historia, pero voy a aprender a aprovecharla positivamente para pelear por lo que creo que es bueno para la sociedad. El movimiento #SeAcabó debe traer una nueva era. Estos meses, con todo lo ocurrido, la mente se me ha ido un poco del camino del fútbol", admite.