El fútbol femenino vuelve a ser noticia y no precisamente por algo bueno. Y es que, después del famoso y todavía coleante episodio entre Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, y Jenni Hermoso en la celebración del Mundial femenino conquistado por España, se acaba de abrir una nueva investigación de índole sexual.
Según ha confirmado EFE, los padres de cuatro jugadoras de fútbol de entre 14 y 16 años de edad del club Pauldarrak de Barakaldo (Vizcaya) han denunciado a su entrenador ante la Ertzaintza por presuntos abusos sexuales a sus hijas.
El club, que animó a las niñas a contar lo ocurrido a sus familias, convocó de urgencia durante la tarde de ayer a los padres de todas las jugadoras para informarles de la presentación de estas denuncias por supuestos tocamientos y comentarios inapropiados de contenido sexual.
La Ertzaintza no ha confirmado la presentación de las denuncias ni ha facilitado información alguna al respecto por tratarse de menores.
Según publica El Correo, el denunciado, que ha sido apartado del equipo, llevaba más de diez años entrenando a las categorías inferiores de este equipo de fútbol femenino, vinculado al colegio San Vicente de Paul.
El delegado de protección a la infancia del club, una figura obligatoria para todos los clubes deportivos que acogen a menores, se reunió con las jugadoras y les dijo que debían contar a sus padres lo sucedido.
Las cuatro jóvenes de entre 14 y 16 años que han denunciado ante la Ertzaintza abusos sexuales por parte de su entrenador de fútbol han declarado este viernes en el juzgado de Barakaldo encargado de investigar el caso. Además de las menores, que han declarado acompañadas por sus tutores legales, también han acudido al juzgado responsables del club Pauldarrak de Barakaldo, donde juegan las chicas.El delegado de protección a la infancia del club (figura obligatoria para todos los clubes deportivos que acogen a menores), Iñaki Alonso, ha recordado a las puertas del juzgado que se trata de un proceso judicial abierto y que esperan las conclusiones del juez para dilucidar posibles responsabilidades.El club, ha señalado, está a disposición de las familias de las menores, que "se encuentran bien, aunque en un entorno en el que no es agradable estar, por lo que se trata de que se sientan acompañadas y seguras; eso es lo que queremos trasladar".Alonso ha agregado que el Pauldarrak ha cumplido con su obligación "ética y legal de comunicar cualquier situación potencial de violencia ante quienes tienen que decidir si es penal o no" y ha afirmado que "la máxima prioridad han sido las niñas", a las que el club "ha acompañado en todo momento", y que en cuanto tuvieron conocimiento de los abusos activaron el protocolo previsto para estos casos.Por último, ha subrayado que la alerta saltó el jueves de la semana pasada y al día siguiente tomaron medidas contra el entrenador, al que apartaron de su actividad.