Alberto Gálvez4 min lecturaMientras la UEFA dictamina su veredicto final sobre la participación europea de Osasuna el próximo curso, en las oficinas rojillas siguen configurando el plantel de Jagoba Arrasate para la próxima temporada y, a su vez, sentando las bases del futuro.
Así, la entidad navarra ha alcanzo en las últimas horas dos acuerdos, uno con el Andorra y otro con el Mirandés. Con el equipo andorrano ha cerrado la cesión de Iker Benito, con la intención de que el canterano osasunista pueda continuar su formación como futbolista en Segunda División.
Mientras tanto, con el cuadro burgalés ha realizado otra operación para que el defensa Diego Moreno, tras renovar su contrato con Osasuna hasta el 30 de junio de 2026, milite durante la 2023-24 en el plantel jabato. Tras doce años defendiendo la elástica rojilla en todas las categorías, este lateral derecho nacido en Cintruénigo tratará de completar su desarrollo como profesional en LaLiga Smartbank.
Este último curso ha destacado con Santi Castillejo en el filial osasunista y fruto de ello el pasado 5 de enero de 2023 debutaría en Copa del Rey con el primer equipo ante el Nàstic de Tarragona. Cuatro días después hizo lo propio en Primera División ante el Athletic Club para hacerse un hueco hasta final de la pasada temporada en el equipo comandado por Jagoba Arrasate. En total, Diego Moreno ha disputado 23 partidos esta pasada temporada con el filial en Primera Federación y 14 más con el primer equipo, tres de ellos en Copa del Rey y once en Liga.
Ambas cesiones no conllevan opción de compra, por lo que ambos jugadores volverán a pertenecer a Osasuna a todos los efectos el 30 de junio de 2024.
Y mientras la dirección deportiva termina de configurarle a Jagoba Arrasate un equipo de garantías para volver a codearse con los de la zona noble de la tabla la próxima temporada, los servicios jurídicos de Osasuna siguen buscando la manera de poder demostrar la inocencia rojilla para poder disputar la próxima Conference League.
Sin ir más lejos, ayer viernes, el club presentó las alegaciones oportunas ante el Comité de Apelación de la UEFA, con la intención de que sus integrantes cambien de opinión tras la recomendación de los inspectores, quienes aconsejaron la expulsión de Osasuna de las competiciones europeas el próximo curso.
Por el momento, en la web del organismo sigue apareciendo el nombre de Osasuna como participante, un gesto que sigue llenando de ilusión a toda la afición osasunista.
Se espera que para la próxima semana (del lunes 3 al viernes 7 de julio) la UEFA vuelva a resolver y si la respuesta vuelve a ser negativa, a Osasuna todavía le quedaría como vía acudir al TAS, un organismo que tendría que pronunciarse antes del 7 de agosto, día en el que tendrá lugar el sorteo de la Conference League.