Daichi Kamada (27) fue una de las 'gangas' del pasado mercado estival. Como su compañero Evan Ndicka (24), terminaba contrato con el Eintracht de Frankfurt, por lo que su fichaje no requería el abono de un traspaso, por lo que con un buen sueldo y una prima jugosa, siempre inferiores a su tasación (20 y 24 millones de euros, respectivamente, según 'Transfermarkt'), se les podía reclutar. El central terminó en la AS Roma de José Mourinho, como otro objetivo del Real Betis, el mediocentro Houssem Aouar (25), con bastante continuidad a estas alturas de temporada. Nada que ver con la trayectoria del japonés en la SS Lazio. El mediapunta ha marcado un gol y brindado una asistencia en 19 encuentros con los 'azzurri', si bien no llega ni a 900 minutos a las órdenes de Maurizio Sarri. Apostó por jugar la Champions League, pero, previsor, se guardó un as bajo la manga que le puede devolver al mercado muy pronto.
De esta forma, aunque muchas publicaciones sostenían que firmó por dos temporadas, con una tercera condicionada, lo cierto es que Kamada se comprometió solamente por un año, con tres más opcionales que pueden activar indistintamente la entidad transalpina o el propio jugador, aunque, según ha podido saber ESTADIO Deportivo, deben estar ambas partes de acuerdo. Por tanto, los romanos no podrán amarrar al internacional nipón sin su consentimiento. Como apunta el periodista experto en transacciones Nicolò Schira, el centrocampista no está nada contento con su estatus y reclama más minutos, acostumbrado a brillar en la Bundesliga (16 tantos, siete asistencias y casi 3.500 minutos en la 22/23). En España lo sondearon, aparte de los dos clubes hispalenses, Atlético de Madrid, Real Sociedad y Valencia. Benfica y Milan pujaban también en Italia.
Aunque no está previsto que se mueva en enero (menos aún, con la Copa de Asia en ciernes), el de Ehime moverá ficha muy probablemente con vistas a la 24/25. El gran escollo es su salario, porque estaba bien pagado en el Eintracht, aunque el cambio a la Lazio como agente libre disparó su cotización. Tres millones de euros netos y otro más en variables figuran en el contrato de un Kamada que, si aspira a conservar o mejorar el caché, tendrá que emigrar a la Premier League o seguir en Italia, pues aquí priman los recortes y los topes salariales. El Betis, que buscaba 'playmaker' a coste cero para cubrir la baja por lesión de Fekir, se decidió por Isco, mientras que el cambio en la dirección deportiva nervionense obró un giro en la planificación en pos de físico, más que de toque, con Soumaré como elección. En el hueco de Silva, la Real pagó 13 kilos por el ruso Zakharyan, aún por explotar, al tiempo que Canós aterrizó en Mestalla y los colchoneros se conformaron con el ahora lastimado Lemar y su canterano Pablo Barrios.