Hablar de Países Bajos es hacerlo de una de las grandes potencias del fútbol a nivel mundial. Johan Cruyff, Marco van Basten, Denis Bergkamp, Robin van Persie... La lista de futbolistas emblemáticos es más que extensa y por ello no extraña que a lo largo de la historia haya sido partícipe de muchos torneos internacionales, incluyendo las Eurocopas.
De 16 ediciones que se han disputado hasta la fecha de la máxima competición europea por países, la Oranje ha estado presente en 10 de ellas para cosechar diversos resultados. Así, si en su debut, el cual tuvo lugar en el año 1976 en Yugoslavia, quedó tercera, no fue hasta 12 años después (1988) cuanto por fin alcanzó la final para alzarse con el trono del viejo continente. Así es. En una selección liderada por un Marco van Basten que conseguiría ser el máximo goleador del torneo con cinco tantos, el brillo de una quinta excepcional en la que también había otras leyendas como Ruud Gullit se tradujo en el centro europeo para Países Bajos.
Aquella final, la de 1988 en Alemania Federal –aún no había caído el muro de Berlín–, enfrentó a Países Bajos con un país extinto como la Unión Soviética, a la cual derrotó por 2-0 con goles justo de Ruud Gullit y Marco van Basten. Por cierto, ese fue el último campeonato de fútbol que disputaron bajo el nombre de URSS, ya que poco después se produciría su desintegración.
Si bien aquel éxito se entendió como el primero de otros que podían llegar para un territorio que ha seguido dando jugadores de primer nivel, lo cierto es que la Oranje nunca ha regresado a la final de la Eurocopa pese a jugar las semifinales en 1992, 2000 y 2004. Sí, en todas esas ocasiones hubo algún detalle que les dejó con la miel en los labios.
Pese a ser el jugador más emblemático de la historia futbolística de Países Bajos, la realidad es que la participación de Johan Cruyff en Eurocopas se reduce a la de 1976. En aquella edición la mítica Naranja Mecánica llegó hasta semifinales, pero en tal instancia cayó por 3-1 ante Checoslovaquia, la cual sería finalmente campeona. Hasta ahí llegó la actuación de este mítico jugador de Países Bajos, que en cualquier caso logró llevarse el tercer puesto al batir a Yugoslavia, la anfitriona, por 3-2.