Anoche San Mamés vivió una de las grandes fiestas del fútbol español con la disputa de la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey entre Athletic Club de Bilbao y Atlético de Madrid, pero pese a que fue un gran partido, donde los vascos se ganaron de forma más que justa el pase a la final de Sevilla, donde se enfrentarán al Mallorca, el partido estuvo marcado por la polémica y la violencia entre los aficionados.
En los instantes previos al duelo ya comentó Enrique Cerezo, presidente colchonero, que algunos aficionados que se habían desplazado para ver el partido habían sido agredidos y estaban . Además, se pudo ver que en la previa, los radicales montaron lío en los aledaños del estadio, unos disturbios que según ha confirmado en la mañana de este viernes la Ertzaintza, causó heridas a cuatro agentes, que tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos, por las contusiones y heridas sufridas mientras acompañaban a ambas aficiones hasta 'La Catedral' y una vez estas la abandonaban. Los causantes se sirvieron de botellas y demás objetos contundentes para lanzarlos contra las autoridades. Por este motivo, el departamento vasco de seguridad ha confirmado que una vez acabado el encuentro, se detuvo a una persona acusada de desórdenes públicos y atentado contra los agentes.
El 'team manager' del Atlético de Madrid, Tomás Reñones señaló que los principales culpables de que esta llegada de las aficiones fuera tan conflictiva fueron en parte las propias autoridades, ya que tenía el hotel a 5 minutos y estuvieron "veinte o veintitantos minutos dando vueltas por Bilbao". Algo que no saben por qué se produjo de esa forma, pero que pudo haber provocado una situación mucho peor incluso.
Aunque más allá de eso, se centró en desear lo mejor por el aficionado agredido en la previa, a la vez que censuraba toda la violencia cometida antes y después del duelo, momentos en los que debería haberse hablado solo de fútbol. "Estamos muy preocupados por el aficionado agredido y por toda nuestra gente. Algunos han sufrido agresiones, otros se han salvado milagrosamente y estamos preocupados por las personas que están aquí, con las que estamos en contacto y esperemos que no vaya a más", subrayó el ex futbolista, que se mostraba muy contrariado por tener que estar dándole importancia a algo que no fuera el partido, ya que una vez más, y de nuevo con el Atlético de Madrid de por medio, la violencia fue más notoria que el deporte.