La Champions League y especialmente el organismo encargado de organizar la máxima competición de clubes a nivel continental, la UEFA, no está dispuesta a permitir comportamientos que no vayan en consonancia con lo que ellos quieren. Así, en el último partido de la Real Sociedad frente al Benfica portugués, desde la grada en la que estaban ubicados los aficionados lusos se encendieron bengalas y se lanzaron numerosos objetos.
Ante tales actuaciones por parte de los aficionados del Benfica, la UEFA ha decidido sancionar a las águilas con una multa económica de 25000 euros y la prohibición de vender entradas en su próximo partido como visitante en la Champions League (frente al Salzburgo). El encuentro, disputado el pasado 24 de octubre en el Reale Arena terminó con la victoria de los hombres de Imanol Alguacil por 3-1 y les sirve para seguir líder de su grupo la fase de grupos de la Champions League.
La Champions League además no se ha quedado ahí en cuanto a las sanciones efectuadas por el encuentro entre Real Sociedad y Benfica. En la mañana de este miércoles se ha dado a conocer la sanción que han impuesto a los donostiarras, aunque de menor cuantía (3000 euros) por también, encender bengalas.
El cuadro de sanciones de la UEFA no se ha quedado ahí y es que el Olympique de Marsella también ha recibido un duro castigo económico que asciende a 96.000 euros por los incidentes producidos en la Europa League el pasado 26 de octubre en el encuentro que enfrentó a los galos ante el AEK de Atenas. El desglose de las multas para el Marsella es de 50000 euros por el encendido de bengalas, 20000 por el uso por parte de sus aficionados de punteros láser y otros 26000 por el bloqueo de pasillos.
Además el Velodrome(estadio del Marsella) sufrirá el cierre mientras que los galos jueguen competición europea. "Queda suspendido durante un periodo de prueba de dos años a partir de la fecha de la presente decisión", así lo explicó la UEFA.
El conjunto checo también tendrá que pagar un total de 91000 euros por diferentes acciones ocurridas en el encuentro de la Europa League ante la Roma de Mourinho como el encendido de bengalas, bloqueo de pasillos y transmitir "un mensaje provocador de carácter ofensivo", además de sancionar con un partido a su entrenador por conducta antideportiva.