Pese a su delicada situación clasificatoria, tras sumar una sola victoria en tres jornadas, el Celta sigue manteniendo su confianza en Rafa Benítez. Pero al mismo tiempo, Luis Campos tiene mucho trabajo por delante de cara al mercado de enero. Descartada la opción del regreso de Gabri Veiga, al impedirlo la normativa, la dirección deportiva celeste ha puesto sus ojos en Álvaro Fidalgo, mediocentro ofensivo del América mexicano. Pero se esperan varias llegadas, pues resulta urgente la contratación de un pivote y también se busca un lateral diestro y un central que supla la baja de Aidoo.
Con todo ello, queda patente que la planificación del pasado verano no fue la más acertada. Además, varios de los fichajes realizados siguen sin dar el rendimiento esperado, siendo especialmente preocupante la situación de dos de los que se esperaba mucho más: Anastasios Douvikas y Carles Pérez.
En el caso del delantero griego cabe destacar, no obstante, que el problema de raíz viene por una extraña toma de decisiones por parte de Luis Campos. Y es que, la prioridad de Benítez era contar con un nuevo pivote que viniese a paliar los evidentes problemas defensivos del equipo. Pero, en su lugar, el club optó por gastarse casi la mitad del dinero ingresado por Gabri Veiga (12 millones de euros) en un punta con muy buenas referencias, pese a que dicho puesto ya estaba bien cubierto en la plantilla.
El resultado es que Douvikas, que venía de proclamarse máximo goleador de la Eredivisie holandesa con el Utrecht, al firmar 20 tantos, es a estas alturas el fichaje del equipo que menos ha jugado, pese a ser el más caro. En concreto, apenas ha disputado 187 minutos en LaLiga EA Sports, si bien ha aprovechado las escasas oportunidades al lograr dos tantos ante Barcelona y Las Palmas.
La explicación de Benítez es sencilla al respecto. “Si Larsen está metiendo goles y Aspas tiene que ser para nosotros una garantía de gol, no es fácil acoplar”, ha asegurado el madrileño al valorar la situación de su fichaje estrella, que está por detrás en cuanto a participación de todos los refuerzos, como es el caso de Carlos Dotor (317 minutos), Vicente Guaita (332′), Ristic (356′), Manu Sánchez (682′), Carl Starfelt (1080′) y Jonathan Bamba (1113′).
También aparece por detrás de todos ellos en cuanto a minutos en el campeonato liguero otro fichaje como Carles Pérez, que realmente no es una cara nueva. El ex canterano del Barcelona convenció la pasada campaña, en la que vistió de celeste cedido por la Roma, lo que llevó al Celta a comprar sus derechos de forma definitiva por 5,2 millones de euros. Pero la participación del extremo catalán en el presente curso nada tiene que ver con la de la 22/23, en la que llegó a disputar 35 de los 38 partidos en el torneo de la regularidad, con tres goles y cinco asistencias, lo que le sirvió para ganarse un contrato hasta 2027.
Esta temporada, sin embargo, sólo ha jugado cuatro partidos ligueros, dos de ellos como titular, y sus números andan muy lejos de los que exhibía la pasada campaña a estas alturas, ya sea por los problemas físicos que le han acompañado y por la falta de confianza de Benítez, que de momento no encuentra la fórmula para encajarlo en su sistema.
Su mejor actuación hasta la fecha tuvo lugar en la Copa del Rey ante el modesto Turégano, con un doblete en 45 minutos. Pero se espera mucho más de uno de as grandes apuestas del pasado verano, al igual que sucede en el caso de Douvikas.