Un palo inesperado para el Celta

La escuadra gallega está viendo con la cesión de Miguel Rodríguez no está dando los resultados deseados

Un palo inesperado para el Celta
Miguel Rodríguez, disputando un partido con el Utrecht - @fc_utrecht
Alvaro ArenillasAlvaro Arenillas 3 min lectura

A veces los planes simplemente no salen bien. En el actual Celta de Vigo ha sido Claudio Giráldez quien no solo ha dotado al club de un estilo, sino que lo ha puesto en práctica mientras muestra plena confianza en una cantera que parece preparada para sostener al equipo cuando sea necesario. Así, jugadores como Hugo Sotelo, Hugo Álvarez, Sergio Carreira o Pablo Durán están teniendo bastante participación en lo que se lleva de campaña 2024-25 en LaLiga EA Sports. Entonces... ¿Cuál es el problema? Pues que hay otro integrante de la plantilla, exactamente Miguel Rodríguez, que no lo está pasando tan bien.

Entendiendo que su progresión habría sufrido un importante frenazo, desde la entidad gallega pensaron que lo mejor para el redondelano era salir cedido a algún club en el que pudiese recuperar su mejor versión y, por ende, la confianza en su fútbol, siendo esto último lo más importante para un chico que siempre había destacado sobre el resto en categorías inferiores, incluso contando a Gabri Veiga.

Tomada la decisión, los celestes finalmente se decantaron por enviarle a la Eredivisie, una competición menor en la que el fútbol ofensivo que se practica podría ser muy positiva para su jugador. Así, firmaron un acuerdo de préstamo con el Utrecht, un club de cierta enjundia en Países Bajos y en el que ya triunfó Tasos Douvikas antes de fichar por los gallegos. Pues bien, la apuesta no está saliendo nada bien; es más, en las oficinas de Balaídos ya se plantean cambiar de destino a su joven talento a partir del mes de enero, momento en el que se abra de nuevo el mercado de fichajes.

La realidad es que a Miguel Rodríguez le está costando mucho adaptarse a su nuevo equipo; tanto es así que en las ocho jornadas que se llevan disputadas de la liga sólo ha participado en tres de ellos para acumular algo menos de 60 minutos de juego. Y hay más, ya que incluso le han llegado a bajar al equipo sub-21 del Utrecht, siendo este un inesperado palo tanto para el jugador como para el propio Celta.

Un previsible cambio de aires

Aunque aún estamos en octubre y por tanto Miguel Rodríguez tiene tiempo de sobra para remontar el vuelo y convertirse en pieza importante de la escuadra neerlandesa, no es menos cierto que en el Celta tienen claro que verle en el banquillo no aporta nada a nadie. Por ello, ya se estudia la posibilidad de romper el actual acuerdo para encontrar un destino en el que su jugador pueda desplegar todas sus virtudes. Toca permanecer atentos.