El mercado de fichajes está siendo escueto hasta la fecha para el Celta de Vigo. El combinado olívico quiere dejar atrás los problemas vividos el curso pasado de la mano de Rafa Benítez y vivir una campaña con menos apuros. El año del Centenario se volvió una pesadilla. El afamado técnico madrileño fue destituido en la recta final del campeonato, dejando su sitio a Claudio Giráldez. Con la permanencia lograda, los aficionados miran a los refuerzos con ilusión. Pero lo cierto que la única llegada confirmada es la de Borja Iglesias. El ex del Real Betis regresa a casa con la necesidad de reencontrar sensaciones.
La parroquia celeste está insatisfecha. Queda poco más de una semana para que comience la temporada 2024/2025 y apenas hay caras nuevas. Sin embargo, se han marchado hombres importantes como Renato Tapia o el ariete noruego Strand Larsen. Dejó dinero en caja con su marcha al Wolverhampton pero no se ha reinvertido de momento. En la parcela atacante, Douvikas, Iago Aspas y el citado Borja Iglesias deberán liderar la faceta goleadora. El año pasado hubo puntería pero falló la defensa. Giráldez, en cambio, tiene una tarea por delante: es la de recuperar la mejor versión del delantero de Santiago de Compostela.
El delantero cedido por el Betis no vivió su mejor año la campaña pasada. Permaneció en Heliópolis hasta invierno. Hasta entonces, sólo había anotado un par de tantos. Y ahí se quedó. Porque no le fue mejor en su préstamo al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. En el campeón de la Bundesliga sólo participó en diez partidos entre todas las competiciones (la mayoría saliendo desde el banquillo) y se quedó sin ver puerta.
Sin sitio en el equipo bético y sentenciado por Manuel Pellegrini, el jugador ha optado por regresar a la que fue su casa. Borja Iglesias comenzó su carrera como goleador en el filial celeste antes de marcharse en 2017 al Real Zaragoza. Sus cifras anotadoras en el segundo escalafón fueron altas. Un total de 76 tantos en 146 partidos. Incluso debutó con el primer equipo acumulando un par de participaciones.
Ahora regresa al Celta emocionado, como reflejó el día de su presentación con la presencia de su abuela. Tiene la intención de olvidar el horrible curso pasado y volver a la senda del gol en Balaídos. En la temporada 22/23 anotó 15 goles en Liga y uno atrás, diez. Claudio Giráldez quiere meterle en dinámica y encontrar en el 'Panda', el complemento perfecto para su ataque.
Ya sabe lo que es debutar con los gallegos. Lo hizo el pasado día 3 en un amistoso ante el Luton. El Celta venció 1-3 pero Borja Iglesias no anotó en los 46 minutos que estuvo sobre el campo. Su rendimiento será examinado con lupa a partir de la jornada uno y desde los despachos béticos no lo perderán de vista.