El Celta de Vigo ya trabaja activamente en la planificación deportiva de la temporada 24/25. Quieren olvidar los apuros pasados con Rafa Benítez y comenzar de cero un proyecto con Claudio Giráldez. La presidenta Marián Mouriño fue clara: poner el dinero en el campo. Y eso hará el director deportivo Marco Garcés. Una de las demarcaciones a examinar será la delantera. Fue de las pocas salvables en el irregular año del Centenario. La venta realizada con Strand Larsen deja un hueco en el ataque que pretenden cubrir con otro fichaje. El preferido es el bético Borja Iglesias, aunque su camino hacia la titularidad no será fácil.
El cuadro olívico ha protagonizado la gran venta en lo que llevamos de verano. El noruego Strand Larsen estaba en el mercado y la Premier League se lo rifaba. Finalmente fue el Wolverhampton el que se llevó el gato al agua. El delantero llega cedido al conjunto británico por un precio de tres millones de euros, pero el Wolves tendrá que comprarlo de manera obligatoria a final de temporada por 27 'kilos', por lo que el montante total de la operación se sitúa en los 30 millones de euros.
Larsen había manifestado en más de una ocasión su deseo de abandonar Balaídos y en el club veían con buenos ojos hacer caja, tal y como se ha hecho. La temporada pasada anotó 13 goles que ayudaron a paliar la difícil situación del equipo y ayudaron a obtener la permanencia.
Si nada se tuerce a última hora, Celta y Betis llegarán a un acuerdo por Borja Iglesias. El futbolista de Compostela regresará a Vigo. Cabe recordar que salió de la cantera celeste. No entra en los planes de Manuel Pellegrini y es del agrado de Giráldez. Los gallegos se marcan como objetivo su llegada pero se hará a cualquier precio. Los verdiblancos lo tasan en ocho millones de euros, una cifra que no está dispuesto a abonar. Es cuestión de que ambas partes cedan en sus pretensiones iniciales para que el acuerdo cristalice. El 'Panda' ha dado luz verde a esta operación.
A expensas de confirmarse, Borja Iglesias tendrá competencia en el ataque. No está Larsen pero sí se queda Anastasios Douvikas. El griego también anotó 13 dianas entre Liga y Copa del Rey y su proyección lo sitúa con más peso esta próxima temporada.
Con 24 años y contrato hasta 2028, es la gran esperanza del Celta para el futuro. Parte con ventaja a la espera de que se completen los movimientos en el ataque. Borja Iglesias viene de un año muy aciago en lo personal. Abandonó el Betis en el mercado invernal con sólo dos goles marcados y su periplo en el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso no ha sido el esperado. Participó únicamente en diez partidos y no vio puerta.
Y no hay que olvidar la figura de Iago Aspas. El capitán está a la que puede ser su última temporada en activo. Cumplirá 37 años en agosto y finaliza contrato en junio de 2025. La retirada ya asoma en el horizonte, pero antes quiere un último baile en 'O Fouteza'.