No andan contentos en Vigo. A la malísima clasificación del equipo –está en puestos de descenso con tan solo 6 puntos–, se une el hecho de sentir que la diosa fortuna tampoco corre a su favor. Ya sea por ocasiones erradas o por decisiones arbitrales que entienden les perjudican, la cuestión es que van 10 jornadas de LaLiga EA Sports sin que consigan arrancar; tanto es así que el puesto de Rafa Benítez en el banquillo empieza a estar en serio peligro.
Centrándonos en lo más reciente –la derrota por 0-3 en el estadio Balaídos ante el Atlético de Madrid–, en el Celta han vuelto a sentirse maltratados por la labor del colegiado, en este caso el balear Cuadra Fernández. Corría el minuto 26 de partido cuando un error de Iván Villar permitió la anticipación de Álvaro Morata y el posterior penalti del arquero sobre éste. No había dudas, el derribo era claro y el trencilla no dudó. Sin embargo, la tarjeta roja que mostró al arquero creó bastante más polémica; tanto es así que el conjunto de Galicia ha mostrado una queja formal.
Para ser exactos, los vigueses han decidido presentar alegaciones ante el Comité de Competición de la Federación Española (RFEF) a la tarjeta roja directa que vio su portero Iván Villar. Los servicios jurídicos del equipo gallego esperan que Competición no sancione con un partido al guardameta de Cangas, expulsado como decíamos en el primer tiempo del encuentro contra los colchoneros.
La queja tiene su fundamento en la norma que indica que cuando haya penalti no se mostrará tarjeta roja si la falta se realiza en la disputa del esférico, tal y como parece ser el caso de un Villar que se lanzó por el balón, pero terminó impactado en las piernas del delantero de los rojiblancos.
En caso de que el órgano de la RFEF desestime las alegaciones del Celta, el veterano Vicente Guaita, fichado este verano tras rescindir su contrato con el Crystal Palace londinense, se estrenará como titular con la camiseta celeste y el argentino Agustín Marchesín ocupará un puesto en el banquillo de suplentes.
Aunque Guaita tuvo que intervenir contra los de Simeone casi sin calentar, lo cierto es que no se le vio mal pese a encajar los tres goles del partido. A sus 36 años, el valenciano es un guardameta sobradamente contrastado que podría hacer una gran labor si Rafa Benítez se decanta por él.