El Cádiz Club de Fútbol logró el ascenso a Primera división en el año 2020, probablemente, y que se entienda, el peor año para lograr subir de categoría, debido a la crisis económica que vivió la sociedad, y también el mundo del fútbol, a causa de la pandemia del COVID-19. Los equipos vieron como sus ingresos disminuyeron de manera considerable, pero los gastos se mantuvieron, por lo que los gaditanos no pudieron acometer todas las operaciones en las que estaban interesados. Además, tuvieron que hacer frente a varias opciones de compra obligatoria por haber ascendido por jugadores como Pombo, Álvaro Giménez o Malbasic, entre otros.
Durante los meses que duró el mercado de fichajes, la dirección deportiva cerró la llegada de Álvaro Negredo, a coste cero, Jens Jonsson, Ledesma, Bobby Adekanye y Pedro Alcalá.
Se intentaron acometer otras operaciones, y uno de los objetivos fue Stuani, futbolista del Girona desde el año 2017 cuando llegó procedente del Middlesbrough. Era primordial que los catalanes no lograran el ascenso de categoría, se medían en la final del playoffs al Elche CF, pero el conjunto ilicitano daba la campanada en tierras catalanas y lograba subir a la máxima categoría del fútbol español, por lo que los andaluces se pusieron manos a la obra para cerrar la llegada del uruguayo que había marcado 29 goles esa campaña en la categoría de plata y había sido el pichichi.
El Girona exigió un traspaso al que nunca pudo llegar el Cádiz, quien intentó cerrar el fichaje hasta última hora, aunque el salario del jugador por aquel entonces tampoco facilitaba la operación, ya que en el momento en el que los gaditanos quisieron cerrar el pase del uruguayo, percibía anualmente dos millones de euros.
Los catalanes vendieron a jugadores como el Choco Lozano, curiosamente al Cádiz CF, Bono o Borja García, salieron cedidos otros jugadores como Jairo o Mojica y pudieron recaudar en total casi unos 10 millones de euros, por lo que finalmente no se vieron en la tesitura de tener que vender a su estrella.
Un dato llamativo, una vez cerrado el mercado de fichajes, fue que el Girona vio como su límite salarial pasó de 29 millones de euros a tan solo de 4,3 millones cuando Stuani seguía cobrando esos dos millones de euros.
Stuani se quedó en Segunda división y tuvo que esperar otras dos temporadas para subir a Primera división. En estos años, los gaditanos han contado con arietes como Lucas Pérez, Sobrino o el Choco Lozano, y han logrado mantenerse en Primera división.