El Cádiz se enfrenta a una lluvia de sanciones

El partido disputado ayer en el Nuevo Mirandilla entre el Cádiz CF y el Valencia fue bastante complicado, el nivel estuvo elevado, por lo que ninguno de los dos equipos lo tuvo fácil. El conjunto amarillo finalmente pudo llevarse la victoria a casa, pero con mucho sufrimiento. El quedarse con los tres puntos no fue una tarea sencilla, teniendo en cuenta que su rival se encontraba en un momento también decisivo de la lucha por la salvación.

Por lo general, a lo largo del partido podía respirar un clima bastante tenso, aunque los últimos minutos fueron posiblemente los más tensos. El Cádiz mostró ambición y decisión, dejando claro que no iba a dejar escapar por nada del mundo la victoria. La recta final del partido fue eterna, pues el empate o la derrota estaban bastante más cerca de lo que deseaban, algo que además era notorio.

Como hubiera hecho cualquier equipo, el Cádiz buscó por todos los medios acortar el tiempo de juego todo lo posible, evitando que su adversario consiguiera acercarse a la portería en más ocasiones de las deseadas. Además de las acciones realizadas para perder tiempo, en alguna acción apareció más de un balón sobre el tapete aunque no fue necesario detener el partido.

Desgraciadamente para los de Serio González, todas las ‘tácticas’ realizadas para evitar que el partido avanzara con normalidad le podría costar caro. El árbitro del encuentro, Ricardo De Burgos Bengoetxea, lo dejó reflejado en el acta, sobre todo el tema de los balones. En el apartado 'Otras observaciones', expuso lo siguiente: "Durante los minutos finales y con el balón en juego, han lanzado al terreno de juego balones, no interfiriendo en el juego y sin poder identificar la procedencia desde donde fueron lanzados".

A pesar de que no se ha señalado al Cádiz CF como principal responsable de lo sucedido, el punto de mira está puesto sobre él, por lo que no sería de extrañar que finalmente hubiera algún tipo de sanción.

Por otro lado, el colegiado también mostró ocho cartulinas amarillas: seis a los locales y dos a los visitantes. El partido acabó con más daños que los esperados para ambos equipos, aunque posiblemente se debiera a la tensión y rivalidad que se respiraba en el estadio.

En el caso del Cádiz, algunas de las tarjetas acarrea consecuencias. En el acta fueron explicados a la perfección el motivo por el que mostró la cartulina a cada uno de los jugadores afectados. En el minuto 60, Fede San Emeterio fue amonestado por "derribar de forma temeraria a un adversario en la disputa del balón", en el 85, Rubén Sobrino vio la amarilla por "encararse con un contrario sin llegar a insultos o amenazas", en el 89, Anthony 'Choco' Lozano vio tarjeta por "protestar una de mis decisiones", en el 90, Jeremías Conan Ledesma fue amonestado por "retardar la reanudación del juego con ánimo de perder tiempo", en el 90, Luis Hernández se ganó una cartulina por "desplazar el balón en señal de protesta a una de mis decisiones" y por último, en el minuto 95, Luis Alfonso Espino se llevó una amarilla por "derribar a un adversario de forma temeraria en la disputa del balón".