Alvaro Arenillas2 min lecturaNo son grandes inversiones, pero acertar en el mercado de fichajes puede marcar la diferencia entre vivir en la pelea por el ascenso o encontrarte con el agua al cuello. Esa es la Segunda división española, una competición en la que los favoritismos saltan por los aires en cuanto echa a rodar el balón y en la que la igualdad es la tónica predominante durante meses de lucha. Pues bien, dentro de esa pelea hay dos equipos, Burgos CF y Levante UD, que han estado apretando todo lo posible para hacerse con el mismo futbolista.
Según informaba Ángel García (Cazurreando), la escuadra burgalesa lideraba la carrera para hacerse con los servicios de Iñigo Córdoba, futbolista bilbaíno de 27 años que lleva las tres últimas campañas jugando en la Eredivisie y por el que también se habían interesado los valencianos, quienes mantenían la esperanza hasta hace pocas horas, cuando el Burgos ha anunciado a través de sus redes sociales el fichaje del extremo.
El conjunto castellano, en el que por cierto ya juega el hermano de Iñigo, se ha movido con celeridad para aprovechar una auténtica oportunidad de mercado, ya que el futbolista criado en Lezama estaba libre tras finalizar su contrato con el Fortuna Sittard de la liga neerlandesa. Allí, en territorio oranje, ha estado tres años para conseguir hasta 22 goles y 7 asistencias en 104 partidos disputados.
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