Que Joaquín Sánchez es un animal mediático es casi una perogrullada ya. El centrocampista del Real Betis, que sigue jugando con 41 años, ha divertido a media España tanto en sus redes sociales (frecuentemente, acompañado por su mujer, Susana, actual colaboradora de 'El Programa de Bertín' por su naturalidad) como en distintas apariciones televisivas. De hecho, ya se habló de que, tras su retirada de los terrenos de juego, daría el salto a la pequeña pantalla para presentar un programa propio, experiencia que ya probó de manera coyuntural junto a un igual (deportista con desparpajo y sentido del humor) como el ex baloncestista Fernando Romay. Ahora, el portuense ha fichado por ATresMedia para conducir 'Joaquín, el novato'.
"Va de todo un poco, porque he tenido que hacer de cocinero, de astronauta, de humorista, de cantante… Imagínate, Pablo, que no valgo para nada, que es lo peor. Voy a probar todas estas profesiones, porque ya tengo una edad (más que el chándal de la mili), y a ver si encontramos el futuro en alguna de ellas", resumía con sorna el '17' heliopolitano este jueves en su enésima visita al programa de Antena 3 'El Hormiguero', donde bromeó con su presentador, Pablo Motos, intercambiando los papeles, además de prestarse a las famosas pruebas y bromas, intercambiar consejos con las mascotas del espacio (las hormigas Trancas y Barrancas), así como contar los últimos chistes de su repertorio. Una faceta, la mediática, que molesta a muchos aficionados al deporte rey, incluso béticos, si bien el carisma y la personalidad del internacional español nunca pueden mermar su calidad sobre el campo, demostrada sobradamente en una extensa carrera que sigue dando sus frutos, como en el golazo al Ludogorets que le convirtió en el jugador más veterano en marcar en la historia de la Europa League.
Por supuesto, Joaquín se refirió al tema de su retirada, aparcada oficialmente durante la celebración de la Copa del Rey con su anuncio sobre el escenario dispuesto en el Benito Villamarín de que seguiría en activo un año más, para alegría de compañeros, entrenador y dirigentes. "Es que la última vez que vine aquí me cayó lo más grande, porque dije que era mi último año y, al final, he seguido. La intención es que sí, que éste sea el último año. Pero esto es muy largo", apuntaba el extremo y mediapunta con suspense: "Si nos clasificamos para la Champions, no me echan ni con agua caliente. Además, es que soy dueño (en referencia a su elevado número de acciones, de casi el 2% del capital total). Siempre digo que voy a disfrutar el año".