La inoportuna lesión de Isco Alarcón, que le dejó sin una Eurocopa que se había ganado a pulso sobre el campo hasta convencer de su vuelta a Luis de la Fuente, privó también al Real Betis de su mejor jugador en las dos últimas jornadas de LaLiga. Sin duda, nueve goles y siete asistencias en 36 partidos avalan tal consideración, rendimiento que le valió, incluso, una renovación acelerada antes de Navidad. Con ese movimiento, que incluyó una merecida subida de sueldo, el club verdiblanco se cubrió las espaldas, pues los diez millones de euros de la cláusula de rescisión parecían hasta pocos visto el despertar del costasoleño, que ya rechazó propuestas de la Serie A y de Arabia Saudí para quedarse en Heliópolis y que, hasta convaleciente, ha seguido recibiendo sondeos. Su entorno no se pronuncia al respecto y señala que el '22' está centrado en su recuperación, aunque en La Palmera constan ya varias de esas llamadas, alguna de las cuales roza el listón mencionado.
Con todo, Isco no tiene en mente por ahora un cambio de aires. Está contento y agradecido a las órdenes de Manuel Pellegrini, por lo que mucho tendrían que cambiar las cosas para que emigrara. Su objetivo es recortar los plazos para ponerse lo antes posible en marcha, sin dejarse seducir por los petrodólares. Antes de firmar en Sevilla por segunda vez en pocos meses, ya pudo disfrutar de un retiro dorado en la SPL, la Qatar Stars League o la MLS estadounidense. Tras comprobar su fenomenal irrupción de la 23/24, también en dos de las cinco grandes Ligas, decantándose por la continuidad. Para el Betis es una piedra angular del proyecto, aunque están en la obligación de trasladarle las propuestas fuera de mercado que lleguen, si bien lo lógico es que antes ya se han acercado a un centrocampista que ha vuelto a ponerse en manos de sus fisioterapeutas y recuperadores de confianza.
Intervenido de la fractura diafisaria en su peroné izquierdo el pasado 20 de mayo, Isco se casó con su pareja y madre de sus tres hijos, Sara Sálamo, portando muletas, al tiempo que lleva aún una bota ortopédica (conocida como Walker Fijo Alto) en la zona dañada, pero no ha dejado de fortalecer el resto del cuerpo. Como ya se explicó, el escenario más optimista cifraba su regreso en alrededor de un mes, aunque se decidió apostar sobre seguro y que pasara por quirófano, con lo que el pronóstico ampliaba el margen hasta las 10-12 semanas. Tres meses exactamente estuvo fuera Guido Rodríguez, aunque su rotura fue del mismo hueso, aunque distal (cerca del maleolo del tobillo) y no en la zona media, como la del malagueño. En el peor de los casos, se le espera para el inicio de LaLiga a mediados de agosto, pero desde el círculo más cercano a Alarcón señalan sus excelentes sensaciones, lo que se traducirá seguramente en un adelanto.
"Mantenemos conversaciones diarias con los servicios médicos y con los jugadores. El 'timing' se está cumpliendo. Me gustaría tener una mención especial para Isco, poner en valor sus capacidades humanas, su implicación y lo que aporta lejos del verde. Veo difícil que llegue al principio de temporada, pero a ver qué ocurre", apuntaba durante la presentación de Romain Perraud, primer fichaje de la nueva campaña, el director deportivo verdiblanco, Manu Fajardo. Sin querer obsesionarse con el día concreto, el 'playmaker' bético apostaría por acercarse más a los dos meses que a los tres, por lo que se le podría ver durante la pretemporada y tenerle en un buen estado de forma para el debut del nuevo curso. Se admiten apuestas.