Isco tuvo que "contratar seguridad privada" tras su salida del Sevilla

Su pareja y futura esposa, Sara Sálamo, ha ahondado en los días posteriores al rifirrafe con Monchi, que se conoció después, en los que vivieron como familia "una situación muy dura"

Isco tuvo que "contratar seguridad privada" tras su salida del Sevilla
La estancia del costasoleño en Nervión fue bastante breve. - @sarasalamo
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura

Sara Sálamo, que anunció esta semana que Isco Alarcón y ella pasarán próximamente por el altar, está de moda no por su faceta de compañera sentimental de un deportista de elite, sino por lo que seguramente prefiere, su profesión. Está de promoción de su película 'El favor', por lo que ha concedido varias entrevistas, entre ellas una para el diario 'El Mundo' en la que recuerda "una situación muy dura" que vivió su familia hace escasamente un año. La tinerfeña, señalada cuando las cosas no iban bien a su futuro marido, saca pecho simbólicamente ahora, después de su resurrección deportiva en el Real Betis, que le ha hecho recuperar prácticamente el nivel que alcanzó en el Málaga CF y, posteriormente, el Real Madrid. Con todo, rememora un episodio bastante oscuro, admitiendo que "la salida del Sevilla FC" del costasoleño "fue muy abrupta".

No se sabría hasta muchos meses después, cuando el mediapunta contaba en 'Marca' que el ex director deportivo nervionense, Monchi, le llegó a coger por el cuello cuando estaban discutiendo sobre su marcha. "Él tomó la decisión de no hablar, porque ni se sentía preparado en ese momento ni quería perjudicar al equipo, y no lo hizo hasta que se fue la persona con la que tuvo un conflicto. Como en esta sociedad siempre se pone el foco sobre la víctima (por no hablar) en lugar de sobre el agresor (por agredir), se nos señaló, y la consecuencia fueron amenazas muy graves hacia mis hijos y hacia mí, hasta el punto de tener que contratar seguridad privada", explica la actriz, que se califica a sí misma como "colchonera" y "altamente sensible", apuntando que, tras los ataques de hace poco por el mal momento de Isco, ahora algunos le dicen que "dónde están ahora los que te insultaban si no jugaba bien", aunque aquéllos eran públicos y éstos "suelen ser en privado".

Sálamo dice estar "encantada con cómo va todo", pero va a las entrevistas "por esta peli" y acaban preguntándole "por él todo el rato". Eso sí, no esconde el buen momento por el que atraviesan en la misma ciudad: "Me encuentro muy cómoda ahora con el Betis; es una afición muy bonita; la mujer que se posiciona, el futbolista que cambia de equipo y no es como todos... Es un cóctel molotov. Pero la cosa se ha calmado y ahora estamos bastante bien, la verdad". Y, en parte, seguramente habrá encajado mejor por su ideología, que no coincide con la de los ultras verdiblancos, pero sí con varios compañeros de Isco: "Cuando se filtró la noticia del fichaje, de inmediato empezaron a meternos en el mismo saco a Borja Iglesias, a Bellerín, a Aitor Ruibal y a mí diciendo 'madre mía, ahora qué hacemos con toda esta gente'. Fue divertido".