Si ya de por sí los últimos días (quedan 9) de las ventanas de transferencias son movidos y abiertos a muchas sorpresas, el problema añadido que ha generado LaLiga, inflexible con la norma de no tener sobrepasado el tope salarial por el que miró hacia otro lado las dos últimas campañas, ha aumentado la tensión en varios clubes, no sólo el Real Betis. Porque parece que los problemas con las inscripciones sólo existen en Heliópolis, cuando el Barcelona ha tenido que hacer encaje de bolillos con las famosas 'palancas' para dar de alta a todos sus fichajes, con Koundé esperando su turno, al tiempo que el Atlético de Madrid habrá hecho una maniobra similar (que no ha trascendido) para meter en nómina a Nahuel Molina sin vender. Elche, Getafe, Villarreal o Almería arrastraron o arrastran aún impedimentos burocráticos y económicos similares.
Como se apuntó en ESTADIO Deportivo, la marcha al Trabzonspor de Bartra y el gesto de Luiz Felipe, aceptando diferir parte de su sueldo (correspondiente a la prima de fichaje), propiciaron el alta del central italo-brasileño en la segunda jornada, cuando cumplió la sanción pendiente que traía de la Serie A, aunque restan cinco futbolistas por unirse al resto en la lista de disponibles para Manuel Pellegrini, ya que no corre prisa hacerlo con Camarasa, aún renqueante de su operación el pasado mes de abril del tendón rotuliano de la rodilla derecha. Los tres veteranos que renovaron hasta 2023 (Guardado, Bravo y Joaquín), así como los otros dos contratados en propiedad, Willian José y Luiz Henrique, aguardan noticias favorables desde los despachos del Benito Villamarín, a su vez con sus responsables pendientes de que el organismo presidido por Tebas valide antes del viernes, cuando Osasuna arribará (22:00 horas) a La Palmera, las inscripciones de la mayoría de ellos.
Pese a las filtraciones en otro sentido, no hubo noticias en positivo este miércoles, aunque se antojan inminentes. Lo que sí volvieron a circular rumores en torno a una posible salida de algunos de estos futbolistas, habida cuenta de que un traspaso o el mero alivio de ciertas cantidades en concepto de salarios o amortizaciones beneficiaría al resto. De esta forma, desde Girona apuntan que Bravo sería una solución de urgencia de la directiva blanquirroja ante las negativas de otros guardametas como Dituro (ex del Celta y con contrato en Universidad Católica), el todavía 'xeneize' Rossi y Álvaro Fernández (Huesca). La pertenencia del recién ascendido a Primera al City Group, capitaneado por un Manchester City en el que el veterano meta chileno militó antes de venir a Heliópolis, seguramente ayudarían en una operación calificada por su entorno de "tremendamente difícil".
Las noticias que manejan tanto Bravo como sus asesores y el propio Pellegrini es que su situación se regularizará en cuestión de días, seguramente horas. Su renovación fue fruto tanto de su buen nivel como de su excelente aportación como voz autorizada del vestuario, con plena confianza de su paisano, por lo que por la mente de todos sólo pasa seguir de verdiblanco. Igualmente ocurre con Guardado, que prolongó su vinculación pese a las ofertas de la MLS y de su país, aunque no de su deseado Atlas. Allí insisten con fuerza en que podría vestir los colores de América, aunque su deseo hasta este verano siempre fue el de continuar en Europa. De hecho, el Nottingham Forest, que tanteó ya sin suerte a William Carvalho y Álex Moreno, podría 'matar dos pájaros de un tiro' con el mexicano, que puede desenvolverse tanto en el eje de la medular como en la banda izquierda. Si bien las consultas realizadas por ED al respecto del 'Principito' recibieron una respuesta más tibia, todo hace indicar que tampoco saldrá de aquí al 1-S.