El gran triunfo del Real Betis ante la AS Roma (1-2) en la tercera jornada de la Fase de Grupos de la Europa League ha quedado empañado por el comportamiento de algunos de sus aficionados, que dejaron a su paso suciedad y que protagonizaron algún incidente aislado en bares de la capital romana, como el referido por 'Roma Today' en la Piazza San Calisto de Trastevere, con unos 250 presuntos implicados (valga la referencia musical). Ya con el choque a punto de iniciarse y a su finalización, muchas voces señalaban a la basura depositada en la Piazza del Popolo, lugar de la concentración principal en la previa de los casi 5.000 hinchas verdiblancos desplazados, quienes, según varios testigos, incluso orinaron en las escaleras de la Iglesia de los Artistas y rompieron uno de los mármoles que la adornan. Una conducta a todas luces inaceptable que fue afeada por turistas y autoridades.
“Duele en el corazón ver las imágenes de la Piazza del Popolo convertida en un basurero. No se puede aceptar que un grupo de bárbaros pueda desfigurar nuestra ciudad. Éstos no son fanáticos, sino bestias. Hoy Roma ha quedado marcada y no podemos permitir que esto vuelva a suceder”, escribió en las redes sociales la concejala de Comercio y este jueves delegada de Seguridad, Mónica Lucarelli. Y eso que una de las principales peñas, conformada mayoritariamente por ultras, Gol Sur 1907 había pedido en la víspera que no se dejaran restos y que se recogieran antes de marcharse (obviamos las desafortunadas referencias al eterno rival). Además, no se reportaron altercados ni destrozos la noche previa, con las discotecas romanas volcadas con sus visitantes.
Por supuesto que no se puede defender lo indefendible, pero el análisis de la letra pequeña deja matices. Una de las personas que se vio envuelta en el problema suscitado en Trastevere aclara que no se desató porque se acabara la cerveza, como cuenta el medio que lo destapa, ni la negativa de un camarero a servir más bebida a un aficionado bético, sino por un malentendido con clientes locales. De que se lanzaran botellas de vidrio y que tuviera que intervenir la Policía, aclara la misma fuente que simplemente mediaron unos cuantos agentes que estaban muy cerca, miembros del dispositivo de seguridad ya en posición, pero que no hubo daños materiales ni personales, volviendo enseguida las aguas a su cauce.
En cuanto a la basura en el Popolo, las imágenes que se han divulgado por redes sociales y medios de Roma demuestran que varias personas, ataviadas con ropa del Betis, introducen los desechos en bolsas de plástico, pero la mayoría de los que pensaba hacerlo no tuvo tiempo. Los agentes de los cuerpos de seguridad, en un momento determinado, ordenaron a los presentes desalojar la plaza después de cuatro horas para que pudieran actuar los servicios de limpieza y para cumplir con los horarios de acceso al Olímpico de Roma. Obviamente, no todos hicieron el amago de limpiar lo que habían ensuciado, pero es justo reseñar que la tardanza de los operarios del Ayuntamiento encargados de adecentar el centro de la ciudad propició en gran parte esas feas imágenes.