El Real Betis quiere tener su nuevo Benito Villamarín listo para estrenar en la temporada 2026-2027 pero para ello, antes hay que hacer una gran obra en el vetusto estadio de Heliópolis que incluye además echar abajo la grada de Preferencia y hacer una nueva que se iguale con Fondo y los Goles, donde además se llevarán a cabo una actuación sobre los elementos exteriores e interiores, así como la construcción de una cubierta y la ordenación de la explanada situada frente a Preferencia.
Y hay dos noticias que afectan directamente a la afición. La primera de ellas es saber cómo será finalmente el diseño del estadio y para eso aún faltan una semanas hasta que se conozca el proyecto ganador. Ya sólo quedan siete empresas de las 30 que comenzaron el concurso y de ahí saldrá el nuevo Benito Villamarín. Y la segunda, es saber si la afición tendrá que mudarse al completo al estadio de La Cartuja o si bien el Betis opta por seguir en el Benito Villamarín mientras se realizan las obras, como se hizo durante la construcción del nuevo Gol Sur, aunque ello suponga tener que reubicar abonados y que muchos de ellos se queden sin asiento durante ese periodo que está estimado en dos años.
Así, ayer se conocía que el Betis parece haberse inclinado por esta primera opción, la de abandonar el Villamarín durante dos temporadas, la 24-25 y la 25-26 para mudarse al estadio de La Cartuja y jugar allí sus partidos como local, algo que ya está negociando con las autoridades pertinentes. Pero, ¿Qué piensa la afición de esta decisión que parece casi definitiva?
Y eso precisamente hemos querido saber en ESTADIO Deportivo y así lo preguntamos en nuestra #EncuestaHelvetiaED. Y esta posibilidad de trasladarse a La Cartuja no parece convencer del todo al beticismo, pues casi un 60% no es partidario de mudarse al recinto de La Cartuja, que tiene una pista de atletismo de por medio y cuya visibilidad no es tan buena como la del Villamarín, optando por continuar en Heliópolis mientras se llevan a cabo las obras.
Por el contrario, poco más de un 40% cree que lo más lógico sería mudarse a La Cartuja durante esas dos temporadas, para que las obras se puedan hacer sin tener en cuenta la afluencia de público cada dos semanas al Benito Villamarín. Sea como fuere, en no mucho espacio de tiempo conoceremos la decisión definitiva.