Óscar Murillo4 min lecturaTodavía no puede considerarse cerrado, a las ocho de la tarde del viernes 23 de junio, el traspaso de William Carvalho, cuyo agente sigue negociando con el Al-Nassr saudí, su principal pretendiente... aunque no el único. Paralelamente, Pedro Refuge escuche a otros clubes de la pujante Liga asiática, así como a otros de la vecina Qatar, aunque el deseo del luso-angoleño es reunirse en el vestuario auriazul con su amigo Cristiano Ronaldo, que está presionando para que la entente sea una realidad. Porque el futuro del ex de Sporting CP está sufriendo muchos altibajos en las últimas semanas, en parte por su empeño de sacar la mayor tajada posible. De hecho, cuando no se conformó con los cinco millones de euros limpios anuales pactados hasta 2026 y pidió el doble, los de Riad tantearon a otros mediocentros de mayor renombre, como Gündogan (el Barcelona se ha llevado el gato al agua con el otrora referente en la medular del Manchester City), Saúl Ñíguez o Brozovic.
Con el ancla del Inter de Milán hay otro pulso con los catalanes, ofreciendo a los 'neroazzurri' más dinero por la venta (15, frente a 25) y al balcánico, un sueldo netamente superior (15-20 kilos netos por cuatro temporadas). Una prioridad absoluta en estos momentos para el Al-Nassr que, según fuentes de la negociación, no invalida el interés por Carvalho, que apura sus vacaciones en París a la espera de noticias. El amago de quedarse en el Real Betis debe ser únicamente eso, una herramienta negociadora para meter presión, pues a todas las partes les interesa el movimiento. En el subcampeón de la Saudí Pro League buscan fortalecer todas sus líneas y no se les acabó el dinero con las adquisiciones en ciernes del delantero Bakambu y el extremo Ziyech, así como no se conformarán con Brozovic, pues desean igualar el salto que han dado otras instituciones vecinas con fondos de la Familia Real.
En realidad, ante el pulso de William, el club presidido por Musalli Al-Muammar también jugó al despiste, tomando una posición de fuerza, para no gastar tanto en esa operación, aunque es consciente de que la cláusula de rescisión reducida expira el próximo 30 de junio, por lo que habrá que darse prisa. Por su parte, el Betis está esperando la 'fumata verdiblanca' para liberar en torno a 10 millones de su margen salarial con el que cerrar varias operaciones de renovación (Guido Rodríguez), cesión (Marc Roca) y firma de agentes libres (Bellerín y Ayoze). Las futuras operaciones, que las habrá por la necesidad de contratar un central zurdo, un extremo y, posiblemente, un lateral zurdo si se marcha a foguearse Abner, pues, en principio, la delantera está cerrada con Raúl García de Haro.