Dentro de la profunda transformación que se espera en la plantilla del Betis, el centro de la defensa es uno de los puestos donde se aguardan más cambios de cara a la 24/25. Confirmado el adiós de Sokratis, que ha decidido colgar las botas, y cerrado a falta de oficialidad el traspaso de Chadi Riad, que ya ha pasado el reconocimiento médico con el Crystal Palace, sólo quedan Pezzella, que deja abierta la puerta y se deja querer por River Plate, y Marc Bartra, que sigue entrenándose en solitario para llegar a tope a la pretemporadas tras una campaña prácticamente en blanco por una grave lesión.
De este modo, la dirección deportiva que comanda Manu Fajardo rastrea el mercado en busca de centrales, siendo el brasileño Vitao uno de los que más interesa, aunque en su país insisten en que tiene un precontrato firmado con el Internacional de Porto Alegre que se hará efectivo el próximo 1 de julio.
Sea como fuere, de lo que no cabe duda es de que en Heliópolis tienen controlado a la perfección un mercado del que ya aterrizaron en las últimas ventanas jugadores como Luis Henrique, Abner Vinícius o Jhonny Cardoso. A ellos podría sumarse el último nombre vinculado con la entidad verdiblanca para reforzar el eje de la zaga: Joaquim Henrique Pereira Silva.
Según el periodista de Goal, Thiago Fernandes, el Betis es uno de los equipos interesados en este central brasileño de 25 años y potente físico (190 centímetros de altura) que tiene contrato con el Santos hasta el 21 de diciembre de 2026, que también estaría en el punto de mira del Atalanta, actual campeón de la Europa League.
El zaguero fue adquirido por el club paulista en febrero del pasado año tras dos temporadas en las filas del modesto Cuiabá, que recibió 3,75 millones de euros por su traspaso. Desde su llegada se convirtió en un fijo, pero no pudo evitar el descenso a la Serie B del histórico conjunto alvinegro, que no está dispuesto a regalar por ello a un futbolista que suma 61 partidos, cuatro goles y cuatro asistencias con su camiseta.
Es más, según la citada fuente, el Santos, que posee el 60% del pase del jugador, ha fijado un elevado precio de entre 10 y 12 millones de euros para desprenderse de Joaquim, cantidad a la que difícilmente llegarían en Heliópolis. Incluso se apunta que el Botafogo, otro de los interesados, habría puesto sobre la mesa una oferta de 10 kilos que ha sido rechazada por estar dividida en diez pagos aplazados. Dicha cantidad sí convencería a los dirigentes paulistas, pero con una mayor parte en efectivo.