El Betis prepara medidas de contingencia, nunca una revolución

Con las consabidas limitaciones económicas, Cordón se cubre las espaldas a las puertas de la ventana invernal y dibuja un necesario paso al frente estival que se basará, eso sí, en la continuidad

El Betis prepara medidas de contingencia, nunca una revolución
Antonio Cordón observa un entrenamiento de la primera plantilla en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. - Lince
Óscar MurilloÓscar Murillo 6 min lectura

Si se permitieran apuestas sobre lo que ocurrirá en las dos próximas ventanas de transferencias para el Real Betis, quien más conocimiento de causa tiene se decantaría a buen seguro por el inmovilismo invernal y por una remodelación estival que se base en la continuidad, en una sucesión natural que permita, de un lado, el rejuvenecimiento de una plantilla entrada en años y, de otro, el aumento de la competitividad en ciertas demarcaciones, consiguiendo, en términos generales, que el rendimiento alto se vea complementado con un mayor atractivo para el resto de clubes. No es ningún secreto, porque ellos mismos lo han verbalizado, que los rectores verdiblancos han tomado buena nota desde el último 'deadline' veraniego de que, para volver a ser una entidad vendedora que base en ello su crecimiento, hay que darle lo que quiere al más pudiente. Y, visto lo visto, si la Premier es la que más dinero mueve y pide jugadores jóvenes y revalorizables, deberá haber en el plantel heliopolitano a varios capaces de poner los dientes largos a los ingleses.

De todas maneras, sin olvidar esa pretensión, el objetivo primordial es seguir ganando muchos partidos para luchar por títulos y clasificaciones para Europa cada temporada, convertir las seis primeras plazas de la clasificación en su hábitat natural. Y, para conseguirlo, como se suele decir, renovarse o morir. Hasta ahora, las ampliaciones de contrato han primado sobre los fichajes, la mayoría a coste cero, a medias por necesidad y por premiar su notable nivel, aunque llegará dentro de siete meses una oportunidad pintiparada para dar un paso al frente que vaya más allá de un lavado de cara. Terminan los cuatro efectivos más veteranos (Joaquín, Bravo, Guardado y Víctor Ruiz), amén de un Camarasa que no cuenta. De la siguiente tanda, la de 2024, únicamente interesa conservar a dos o tres de los siete, por lo que será el momento de obtener tajada por ellos o invitarles a adelantar su adiós. Se trata de Guido Rodríguez, Paul, Miranda, Loren, Juanmi, Montoya y Dani Martín.

Factores cruzados

Pero no todo será tan fácil. Aparte de un dicho extendido en el mundo del balompié, se trata se una verdad como un templo que los futbolistas juegan donde quieren. Encima, los principales activos en el mercado del Betis no están en ese grupo, que representa casi la mitad del vestuario, excepción hecha del pivote italo-argentino. Por Luiz Henrique (21 años y contrato hasta 2028), Luiz Felipe (25 y 2027, respectivamente), William Carvalho (30 y 2026), Fekir (29 y 2026), Rui Silva (28 y 2026), Canales (31 y 2026), Borja Iglesias (29 y 2026), Álex Moreno (29 y 2025) y Juan Cruz (22 y 2025) han preguntando y siguen preguntando casi a diario emisarios, intermediarios y agentes. Seguramente, las propuestas no casan con los intereses verdiblancos, pero entre ellos y Guido está la gran venta (o las 2-3 de mediana cuantía) que se precisa para cuadrar cuentas, aparte de las 'palancas' preparadas para aumentar el disponible en caja. Y de quién o quiénes salgan dependerá el resto de movimientos de la secretaría técnica.

En lo que trabaja realmente Cordón, por tanto, son medidas de contingencia. Si la 'fuga' se adelanta a la ventana invernal, hay operaciones avanzadas que se activarían rápidamente para cubrir esa baja, probablemente importante. De llegar en julio o agosto, también, con un recorrido mayor en el caso de los relevos no sobrevenidos, sino planificados desde La Palmera. En cualquier caso, se descartan las revoluciones en una línea y, sobre todo, en una demarcación. Por ir al grano, no pasará como en la 18/19, cuando se marcharon Adán y Dani Giménez, los dos porteros, y llegaron Pau López y Joel. Ahora, si el vendido es Rui Silva y se ha decidido no esperar más al despertar de Dani Martín, Bravo seguirá otro año, como ya apuntó él desde tierras chilenas, contratándose un portero (gusta sobremanera Iñaki Peña), pero no dos de golpe, mucho menos tres.

Si el que hace caja es Álex, se iría a por Pedrosa, Grimaldo u otro de ese nivel, pero se ofrecería una renovación a Miranda. Lo mismo con Paul y Guido. Salvo giro mayúsculo de los acontecimientos en forma de propuestas fuera de mercado por los dos ocupantes natos de una posición, se evitarán los experimentos. No los quiere Pellegrini ni tampoco se ve necesario en los despachos de Los Bermejales y el Benito Villamarín. Las redes están echadas, con Guga como último invitado, lo que abre ciertas dudas en el lateral derecho sobre los planes para repatriar a Bellerín, puesto que el que les sobra ahí es Montoya, pero, en tal caso, no se prescindirá a la vez de Sabaly, revalorizado en Qatar. La única salvedad aquí para constituir una excepción a la regla sería que Héctor no es ningún experimento, porque conoce de sobre la casa y sabe perfectamente a dónde volvería.