El FC Barcelona vuelve del parón de selecciones con la baja de su portero titular, Marc-André ter Stegen lo que hace que su eterno suplente, Iñaki Peña, exclame un 'Ahora o nunca'. El meta alicantino regresó en 2022 después de una temporada cedido en el Galatasaray y apostó por quedarse en su casa ante las ofertas que tenía de equipos de LaLiga como el Real Betis, que intentó su fichaje en las últimas ventanas de fichajes y que siempre ha tenido su nombre anotado en lugares destacados de la lista que maneja para el relevo que se avecina en la portería verdiblanca. Sin embargo, en el conjunto turco sumó más partidos (8) de los que lleva en el Barça entre la temporada pasada (5) y lo que va de esta 23/24 en la que no ha debutado aún. Lo hará este sábado ante el Rayo Vallecano, en el que será su primer partido como titular en LaLiga.
Pese a que en la 22/23 sólo sumó cinco partidos, Iñaki Peña cerró todas las puertas de salida y, el pasado mes de mayo, se comprometió para firmar la renovación por tres años más y extender su contrato hasta 2026. Entre esos cinco encuentros del curso pasado, dos de ellos fueron en LaLiga, pero en ambos actuó entrando desde el banquillo para suplir a Ter Stegen, en la antepenúltima jornada contra el Real Valladolid -jugó toda la segunda parte y encajó un tanto- y en la última cita del curso, contra el RC Celta de Vigo, saltando en el minuto 63 y recibiendo otro tanto.
Antes de su debut liguero, el meta de 24 años únicamente había disputado dos partidos de las primeras rondas de la Copa del Rey ante equipos modestos -Intercity y Ceuta- y un duelo ya intrascendente de la Fase de Grupos de la UEFA Champions League, contra el Viktoria Plzen y con el Barça ya eliminado. Así, la hoja de servicios de Iñaki Peña con el primer equipo azulgrano se limita a 341 minutos en los que tampoco le han acompañado los resultados: ha encajado siete goles y tiene un balance de tres victorias -Intercity (3-4), Ceuta (0-5) y Viktoria Plzen (2-4)- y dos derrotas, contra el Valladolid (3-1) y el Celta (2-1).
Pese a su falta de oportunidades y lo difícil que es desbancar a Ter Stegen -sólo se ha perdido 24 partidos en nueve años-, Iñaki Peña se aferra aún a su sueño de triunfar en el primer equipo del FC Barcelona, club al que llegó en 2012, en edad Infantil, para pasar por todas las categorías inferiores hasta llegar al Barça B en la campaña 18/19. Tras dos cursos y medio alternando el filial con el rol de tercer portero culé, en la temporada 21/22 se fue cedido al Galatasaray para ganar experiencia en la élite. Su partido más destacado, ironías del destino, fue precisamente un 0-0 en el que amargó a Xavi Hernández y los suyos. Aquel encuentro -un partidazo-, sin duda, marcó el devenir de los acontecimientos siguientes.
Cuando finalizó la cesión, Iñaki volvió en el verano de 2022, en invierno de 2023 pasó a tener ficha del primer equipo y en mayo amplió su contrato rechazando volver al Galatasaray o marcharse a coste cero a equipos como el Real Betis, que fue uno de los que más insistió. Como ha informado durante meses ESTADIO Deportivo, el Betis siempre ha visto en Rui Silva uno de sus principales activos en el mercado, pues aterrizó a coste cero y todo lo que dejase sería plusvalía, y la retirada de Claudio Bravo llegará más pronto que tarde.
Así, Antonio Cordón contactó con Iñaki Peña en varias ocasiones para intentar convencerle de cubrir ese hipotético hueco, pero el alicantino acabó renovando a pesar de que Ramón Planes, que le conocía a la perfección de su etapa como secretario técnico en el Camp Nou, también intentó sin éxito reactivar la vía abierta por el extremeño, su antecesor en la dirección deportiva heliopolitana.
Lo que se ha transmitido en los días previos es que si Ter Stegen estuviese al 70-75% jugaría él. No lo está y Xavi Hernández ha confirmado que el elegido para ocupar la portería del Barcelona en el choque ante el Rayo Vallecano será Iñaki Peña, quien afrontará, más que un mero relevo puntual del alemán, un examen para testar sus opciones de sumar minutos en el club de toda su vida o replantearse lo del cambio de aires. Es su gran oportunidad para reivindicarse. Es ahora o nunca.