José Antonio Rivero3 min lecturaEl Juzgado de lo Social número 10 de Barcelona ha condenado al FC Barcelona a pagar 7,7 millones de euros al futbolista brasileño Matheus Fernandes por haber incurrido en un despido improcedente en 2021, cuando el club azulgrana rescindió el contrato del centrocampista. La sentencia desestima, en cambio, los 5 millones de euros adicionales que reclamaba el jugador por daños morales y reputacionales.
El FC Barcelona ficho a Matheus Fernandes en el mercado de invierno de 2020 a cambio de 8,6 millones de euros. Tras confirmarse el acuerdo con el Palmeiras y el jugador, este fue cedido al Real Valladolid por lo que quedaba de temporada.
Durante su única temporada como azulgrana, la 2020/21, el brasileño disputó solo 17 minutos, durante un partido de la Liga de Campeones ante el Dinamo de Kiev. Al final de esa campaña, el 29 de junio, el Barça envió una carta de despido disciplinario al jugador, cuyo contrato se prolongaba hasta el 30 de junio de 2025.
Entre la indemnización y el fichaje, Matheus costó al Barcelona 16,3 millones de euros, pagando prácticamente un millón de euros por cada minuto que el brasileño disputó como azulgrana.
Matheus Fernandes no fue el único brasileño que no despegó en el Barcelona de la época. Junto con Matheus llegó al club Douglas, por el que el Barça pagó 4 millones de euros al Sao Paulo el verano de 2014. El lateral brasileño encadenó cuatro cesiones consecutivas al Sporting de Gijón, Benfica, Sivasspor y Besiktas, terminando su contrato en 2019 y quedando libre. Douglas disputó un total de 8 encuentros con el conjunto catalán, costándole a los azulgranas su fichaje 2 millones de euros por partido.
Durante la primera etapa de Laporta como presidente del Barça, el club barcelonés pagó 14 millones de euros por Keirrison de Souza Carneiro. El delantero firmó en verano de 2009 y salió cedido al Benfica, Fiorentina, Santos, Cruzeiro y Coritiba, terminando su contrato en 2014 y quedando libre. El delantero brasileño no llegó a debutar con el FC Barcelona.
Otro caso similar es el de Hernique Adriano Buss, quien como Keirrison llegó procedente del Desportivo Brasil Ltda. Fue el verano de 2008 cuando el Barcelona pagó 6 millones de euros por el central brasileño. Al llegar se marchó cedido al Bayer Leverkusen y a la temporada siguiente al Racing de Santander, con el que estuvo dos temporadas. Después se marchó cedido al Palmeiras, con quien firmó una vez se acabó su contrato con el Barça. El defensor brasileño tampoco disputó un solo minuto vestido de azulgrana.
