La situación en la directiva del Barça vive unos momentos muy convulsos tras la salida de Eduard Romeu, vicepresidente económico del club, que se suma a la reciente de la directora corporativa de la entidad Maribel Meléndez, así como de Jordi Llauradó y Ramón Ramírez, todos ellos aduciendo a 'motivos personales' dejando muy diezmado al grupo que dirige Joan Laporta, que suma estos problemas institucionales a los económicos, ya que el club pasa por un momento monetario fue frágil, que ya le ha puesto las cosas muy difíciles a la hora de moldear las plantillas los últimos años, así como en el plano de la inscripción de jugadores.
Según apunta la Cadena Ser, el motivo de la salida del directivo se debe a que él no es nada optimista con la situación económica del club, ya que en los últimos tiempos el presidente ha declarado que cada vez estaba más controlado y se iban a cumplir los objetivos , algo que parece que está bastante alejado de la realidad. También se suma que la relación de Romeu con Ferrán Olivé, el tesorero del club y uno de los hombres fuertes de Laporta, era mala, lo que dificultaba aún más la convivencia y el futuro de este aspecto crucial.
El mismo programa en el que se desvelada esto ha dado a conocer que el motivo de la marcha de Maribel Meléndez fue que el plan de viabilidad que ella puso en marcha para tratar de arreglar los problemas consistía en que cada área del club debía amoldarse a unos presupuestos, que estaban controlados por un semáforo. Si se cumplía con el gasto, la luz era verde, si se estaba contra las cuerdas, esta era naranja, mientras que si se excedía el gasto, se volvía roja. Pues bien, pese a que Laporta siempre ha abogado por la necesidad de establecer unos límites y baso su campaña electoral en eso, la única área que no cumplía de forma recurrente con el plan era la de presidencia. Esto habla muy mal de un Laporta que exige a sus subordinados amoldarse a lo que se les pide, mientras él no lo hace. Según el medio antes mencionado esta es una de las claves de la desbandada de nombres importantes de la cúpula culé, ya que trabajar bajo el mando del expolítico es complicado y acaba desgastando a quién está a sus órdenes, como es el caso de Llauradó y Ramírez entre otros.