“La mejor oferta que hemos recibido es la del FC Barcelona”, ha dicho Monchi en una entrevista en los medios oficiales del Sevilla FC, donde también ha dejado claro que el jueves Koundé estaba ‘vendido’ al Chelsea y que a última hora recularon, apareciendo el conjunto culé el lunes. Cuando los ingleses volvieron a interesarse, la oferta culé era mejor.
Una detallada explicación en la que el director deportivo sevillista, como suele ser habitual en estos casos, no ha querido entrar en cifras de la operación. Una venta en la que, en cualquier caso, el fijo parece estar claro: 50 millones de euros. Luego, según la puerta a la que llames, la filtración es mayor o menor. Algunos estiran el chicle hasta los 62 millones de euros, mientras que otros hablan de un ‘50+5’ o un ‘50+5+5’, con objetivos más o menos complicados de recaudar. Es decir, una horquilla de diez millones de euros que no se antoja moco de pavo y a la que se intentará dar forma en la junta de accionistas de finales de año, aunque en ella tampoco se especifican ya claramente el montante de las operaciones.
En cualquier caso, lo que sí está claro es que a la operación hay que restarle, también, el pellizco que le corresponde al Girondins, que se guardó el 20% de la plusvalía de una futura venta. Como costó 25 millones de euros y el fijo de la operación es en cualquier caso de 50 millones, pues a los galos les corresponderán cinco millones de euros por la venta, más otro porcentaje en derechos de formación que viene a ser unos tres millones de euros. En total, 8 kilos. Un pellizco muy interesante para un Girondins en una complicadísimas situación económica.
Lo más llamativo del asunto es que, sin embargo, el Girondins no verá ni un sólo euro de esa cantidad. Y es que las deudas económicas lo han llevado a jugar en la Ligue 2 después de que vendiera su deuda a un fondo inversor (Fortress) en unas negociaciones en las que también ha estado King Street.
Durante la misma, las partes acordaron que los ingresos vayan a los dos fondos de inversión para, de esta forma, ir saldando deuda. Es decir, los ocho millones de euros de Koundé servirán para pagar parte de la deuda del club, pero el Girondins no podrá hacer uso de ellos en ningún momento.