Álex Martín4 min lecturaLa situación de Joao Félix es más compleja a cada día que pasa. El delantero portugués, que no ha dejado una buena imagen en el Atlético de Madrid, no quiere ni oír hablar de la posibilidad de volver a recalar en el cuadro de la capital de España. Sin conexión con su entrenador, Diego Pablo Simeone, ni con sus compañeros, el ex del Benfica o el FC Barcelona se encuentra ante un dilema, ya que sus opciones son escasas. Precisamente, el club en el que se formó, que ha mostrado interés en él en los últimos días, podría ser una solución, pero más de cara al mes de agosto, ya que él prefiere jugar en ligas más competitivas, como puede ser el caso de LaLiga, la Serie A, la Premier League o la Bundesliga.
Con el paso del tiempo, el futbolista luso, que fue el fichaje más caro de la historia de la entidad del Metropolitano, ha demostrado que no es el futbolista idóneo para el Atlético de Madrid. A pesar de sus innegables condiciones, sus problemas con el técnico argentino le han terminado pasando una factura demasiado alta. A pesar de sus cesiones, tanto al Chelsea como al FC Barcelona, donde quería permanecer, no parece probable que se pueda conseguir otra salida en esta dirección, lo que supone un gran problema para el club, que quiere evitar todo tipo de conflictos en su vestuario.
El último gesto se produjo en el duelo en el que los dos equipos se vieron las caras en el estadio del cuadro colchonero. Según lo que pudieron captar las cámaras, que no los aficionados, el portugués, en la celebración de su tanto y protegido por sus compañeros, se tocó sus genitales, algo completamente inaceptable para alguien que sigue bajo contrato de un club. Esto demostró el poco respeto que le tiene al conjunto que le sigue pagando y que abonó una fortuna para hacerse con sus servicios.
Este no ha sido el único desplante que ha tenido Joao Félix con el Atlético de Madrid, y, por supuesto, con Simeone. No solo dentro del campo, donde las conocidas como ‘caritas’ se empezaron a convertir en habituales. También fuera del terreno de juego se expresaba con cierto resentimiento, ya que sus declaraciones evidenciaban que no había olvidado su etapa en la capital, y que, de forma permanente, su objetivo era reivindicarse y demostrarle al de Buenos Aires que se había equivocado. Mala manera de hacerlo, ya que se ha equivocado casi en cada momento.
No solo entre sus compañeros y cuerpo técnico ha dejado una mala imagen un jugador que puede dar mucho más de sí mismo. En los exteriores del Metropolitano, ESTADIO Deportivo ha podido conocer las sensaciones de algunos aficionados del Atlético de Madrid. Uno opina que no le quiere ver "ni en pintura. Que paguen, que hay que amortizar el fichaje y que no vuelva, no le quiere nadie". Otro piensa que debe "madurar como persona y creerse que es buen jugador. Si piensa que el Barça es su equipo, se lo regalamos, le ponemos un lacito y se lo regalamos".