Alberto Gálvez3 min lecturaUna de las tantas cosas positivas que tiene el fútbol es la oportunidad que te da de enmendar errores del pasado y, por qué no, de vengarte de antiguos enemigos dejados por el camino. Y precisamente esto último fue lo que hizo ayer Ernesto Valverde en Mestalla.
Justo un año después de caer el Athletic en semifinales del torneo copero por culpa de un gol del ya exvalencianista Guedes, los vascos han conseguido hacerse con uno de los cuatro pases que permiten seguir soñando con la Copa del Rey en el presente ejercicio.
Una hazaña que llevan repitiendo ya cuatro años seguidos. Y, sin duda alguna, la contundente victoria de ayer por 1-3 conseguida en el feudo valenciano ha despertado de nuevo la ilusión de toda la ciudad bilbaína por volver a conquistar, de una vez por todas, el torneo del KO.
Ayer en Mestalla fueron muchos los rojiblancos que tenían sed de venganza sobre el terreno de juego. Y Erneste Valverde lo sabía y lo aprovechó como motivación principal. No fue casualidad que el técnico extremeño pusiera en su once hasta siete jugadores que estuvieron en la semifinal perdida el año pasado: Agirrezabala, Yeray, Yuri, Berenguer, Vesga, Muniain e Iñaki Williams. Y curiosamente, estos tres últimos fueron los autores de los tres tantos vascos.
Y pudieron ser más seguro si Iñigo Martínez no hubiese estado lesionado. Además, Dani García y Raúl García, que también vivieron la decepción del curso pasado con Marcelino, salieron desde el banquillo en la segunda mitad para que el equipo siguiese manteniendo ese mismo espíritu vencedor.
Pero además, Valverde, como buen estratega que es, supo jugar cada una de sus cartas y le escondió a Gattuso a uno de sus pretendidos en el Athletic. Se trata de Vencedor, a quien el técnico rojiblanco descartó a última hora junto con Balenziaga y por el que el Valencia suspira ya desde hace varias semanas.
El propio preparador del conjunto bilbaíno se mostraba así de feliz ayer en la rueda de prensa 'post partido': "Sabemos los que significa la Copa para el Athletic y San Mamés. Es un paso adelante para nosotros esta temporada. Llegar cuatro años seguidos a las semifinales es difícil. Lo más difícil no es ganar, sino volver a ganar. Estamos contentos de que juguemos una semifinal y la afición pueda disfrutar de ello en san Mamés”.