Luisma Sánchez3 min lecturaAnder Herrera llegó al Athletic Club de Bilbao este mismo verano con una ilusión enorme. Los leones echaban en falta a uno de los jugadores que más brilló sobre el césped de San Mamés e hizo que varios de los mejores clubes de Europa se fijasen en él. Después de mostrar un buen nivel en el PSG, sus mejores años se han visto en Inglaterra y el Manchester United le guarda mucho cariño al español.
Su llegada al equipo del Txingurri Valverde se esperaba que fuera la de una estrella. Ahora bien, por lesiones o por falta de continuidad en su juego no está teniendo la presencia en el equipo que tanto él mismo como los aficionados esperaban. Tan solo ha jugado siete partidos este año. Vio la cartulina roja frente al Sevilla y tan solo ha podido dar una sola asistencia frente al Getafe.
Sus mejores años en Old Trafford quedarán en el recuerdo tras su marcha en 2019. Ahora bien, Ander Herrera ha hablado para los medios oficiales del Manchester United sobre su salida y no ha podido evitar que se le salten las lágrimas.
La decisión de salir: "Salir fue difícil porque cinco o seis meses antes estaba esperando esa oferta para quedarme".
Sobre la no renovación: "No quiero, no es el momento de hablar mal de nadie y no lo voy a hacer, pero después de mi tercera temporada en el club esperaba un poco más del club en ese momento. Conseguí el premio al Jugador del Año por la afición y el club no me llamó ese verano para firmar un nuevo contrato, y lo hizo con otros jugadores. Eso fue doloroso para mí, la verdad".
El palo a la directiva: "Creo que me lo merecía y ellos no lo hicieron. Después, las condiciones cambiaron porque no estaba contento en ese pequeño momento con el club. La gente pasa por el club, pero el club y el escudo siguen siendo los mismos, así que nunca podría decir una mala palabra sobre el club porque estoy muy, muy agradecido".
La espera de una llamada: "Pero eso fue un poco doloroso. Al final de la tercera temporada, tres títulos, Jugador del año, y no me llamaron en verano, así que me sentía un poco deprimido. Y después, me llamaron cuando me quedaba un año de contrato y las cosas, no me iban bien. Luché por el club hasta el último día, ningún problema, respeté mi contrato hasta el último día. Pero no llegaron en el momento adecuado en mi opinión, ni en la opinión de mi agente, ni en la opinión de mi familia también".