No se puede decir que en Vitoria terminasen contentos con la labor arbitral en la derrota por 2-3 ante el Real Valladolid. Pese a que en el Deportivo Alavés admiten que cometieron errores y que deben mejorar para volver a la senda de las victorias –acumulan cuatro derrotas consecutivas–, de igual modo se quejan de lo que entienden fue una clara disparidad de criterio, sobre en lo que se refiere al uso del VAR. Así define Toni Martínez, delantero de los babazorros, lo vivido en el mencionado choque y lo que deben mejorar de cara a verse con el Rayo Vallecano.
"Empezamos el partido muy bien pero luego se fueron complicando las cosas. Fuimos bajando el ritmo y llegó el penalti en contra. Son cosas que salen de nuestro control y lo cierto es que se nos dieron las cosas de espaldas. El gol anulado, el segundo penalti que es una locura que el VAR entre en esas acciones. Debería haber más continuidad. Veníamos con más ritmo que ellos. Luego el 1-3 y el gol y la expulsión de Kike", comenta el atacante murciano.
Respecto a las quejas del delantero, desde el Alavés reclaman un penalti sobre Conechny, el cual no fue revisado por el colegiado (no le llamaron), algo que sí ocurrió en una rigurosa mano de Guridi.
"Es el VAR el que llama al árbitro. Deciden entrar en unas jugadas y luego en otras no. Son cosas que no se entienden pero repito que es algo que escapa de nuestro control y que no podemos hacer nada al respecto", subraya.
Por si faltaba algo para que las cosas fuesen mal para el Alavés, resulta que Kike García fue expulsado en el descuento tras lograr el segundo tanto de los suyos. Así explica Toni Martínez la situación. "Kike se ha metido en el vestuario. Hay que tener más empatía y los árbitros deben entender que estamos a muchas revoluciones. Si alguien no se merece una roja es él, lo conozco desde hace muchos años y sabemos como es como persona. Estamos con Kike a muerte", señala.
Tras tres derrotas consecutivas, en Mendizorroza esperaban que la visita de los pucelanos les sirviese para recuperar la buena senda, pero finalmente solo sirvió para comprobar la fragilidad defensiva del equipo. Toni Martínez aboga por redoblar esfuerzos. "Mendizorroza es nuestro fortín y si nos dicen al principio del partido que marcaríamos dos goles y que no ganaríamos el partido, no lo habríamos entendido. Hemos vuelto a recibir tres goles en casa y eso hay que corregirlo", comenta en relación a lo que deben hacer a partir de la próxima semana ante el Rayo.